PUBLI
Comparte

Si existe un monumento en la Hispania romana que merezca todas nuestras alabanzas, ese es el acueducto de Segovia (Plaza del Azoguejo, 1). La primera parada de la ruta del viajero por tierras castellano-leonesas es una maravilla de la ingeniería, el hijo predilecto de la ciudad que lo acoge y su escudo.

Uno de los acueductos mejor conservados

El acueducto mantiene un gran estado de conservación pese al paso de los siglos. Los sillares de granito almohadillados de sus arcadas fueron unidas a la perfección sin argamasa ni cemento, en seco, y allí sigue en pie, después de 2.000 años. No nos resulta extraño que esté declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1985.

El de Segovia es el mejor ejemplo de acueducto que los romanos levantaron en Hispania. Es uno de esos monumentos singulares que uno no descubre en realidad sino cuando lo tiene delante, por mucho que se lo haya intentado imaginar antes.

La textura y el color de las piedras, la imagen armoniosa a la vez que ciclópea del conjunto le confieren ese aire de inmortalidad y hacen que toda la ciudad lo tenga como centro, justo sobre el paso de la calzada que venía de Mérida y seguía atravesando la meseta hacia Caesaraugusta.

segovia_arco
El acueducto de Segovia.

Recorre 15 kilómetros trayendo agua del río Frío, y el tramo final, la conducción elevada que finalmente se ha convertido en su símbolo, está compuesto de dos órdenes de 166 arcos de medio punto (repartidos del siguiente modo: 44 dobles superpuestos en su zona inferior, que coinciden con la parte central del monumento, y 119 en la superior), con una longitud total de 958 metros.

PUBLI

Desde una altura mínima de 7 metros en el arranque de los arcos, llega a alcanzar los 28,5 metros en la plaza del Azoguejo (sin contar los cimientos, de 5,5 metros). Sobre los tres arcos inferiores de mayor altura (20 metros) se dispuso una cartela hoy desaparecida. Restan los agujeros que dejaron las grapas que en su día sostuvieron las letras de bronce de la inscripción conmemorativa. Por encima de la cartela, y a ambos lados del pilar central, se abren sendos nichos que contuvieron estatuas de dioses o del emperador.

Sin duda de finales del siglo I, alguna polémica ha habido para atribuirlo bien a Nerva (96-98), bien a Trajano o algún otro de los emperadores del momento. Son en todo caso los años de la gran edilicia romana en sus provincias, y también en Hispania. Los árabes lo destrozaron en 1072 y su estructura actual se la debemos a los Reyes Católicos, que lo reconstruyeron por completo.

Aunque recientes estudios arqueológicos sitúan la fecha de su construcción en el siglo II, a partir de los años 112 y 116. El área de Turismo del Ayuntamiento de Segovia ya ha encargado una nueva tirada de folletos turísticos con la nueva fecha.

segovia
La imagen actual del acueducto se debe a los Reyes Católicos./Bernard Gagnon

El acueducto de Segovia es una síntesis perfecta de precisión técnica y armonía estética. No deja de sorprender la realización de una obra tan extraordinaria (que juzgue el viajero) para una pequeña población como debía ser la Segovia romana.

Por el sur de Segovia, si el viajero toma la N-603 hacia Revenga, a 14 kilómetros puede acceder también al azud del acueducto que se nutre de la fuente de la Fuenfría. La ciudad no conserva más restos romanos reseñables, pero sí tiene un pequeño buen Museo Arqueológico a poca distancia del Alcázar (C/ Socorro, 11).

Sobresale la colección de broches y fíbulas visigodas de Aguilafuente y un conjunto de herramientas romanas de uso agrícola en excepcional estado de conservación. En el patio conserva una interesante colección lapidaria.

Dónde dormir en Segovia: Hostal SegoviaEl acueducto de Segovia: una maravilla de la ingeniería romana 1Calle de San Francisco, 5; 40001 Segovia; teléfono: 921923468.

 Dónde comer en Segovia: La Codorniz; Calle de los Hermanos Barral, 1-3; 40001 Segovia; teléfono: 921463904.


Comparte
PUBLI

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí