Una ruta por el casco antiguo de Alcázar de San Juan, localidad perteneciente a la provincia manchega de Ciudad Real, sumerge de lleno al viajero en pleno Siglo de Oro.
Qué ver en Alcázar de San Juan
Puede comenzar su visita en el conjunto palacial del Gran Prior, que alberga en su interior dos joyas arquitectónicas: el Torreón de Don Juan José de Austria y la Capilla de Palacio, hoy Centro de Recepción de Visitantes y punto de inicio del mejor recorrido posible.
No puede faltar una visita al Granero de las Monjas, edificio del siglo XVI que se ha convertido en el Museo de Alfarería de La Mancha. Algo más adelante, la Casa del Hidalgo y el Convento de Santa Clara completan el recorrido medieval. El Convento, hoy hotel, es al mismo tiempo la sede de la Escuela de Escritores Alonso Quijano.
Conozcamos un poco la historia de Alcázar de San Juan. Las crónicas romanas de Tito Livio y Antonino, así como los mosaicos exhibidos en el Museo Municipal sugieren que pudiera ser la Alces celtíbera que posteriormente denominarían Alcas los romanos.
Los musulmanes dotaron a esta zona de un importante complejo defensivo, al que llamaron Al-kasar, que significa ‘palacio fortificado’. A finales del siglo XIII fue adquirida por la Orden de San Juan de Jerusalén y pasó a depender de Consuegra.
La Casa del Hidalgo, tras un riguroso proceso de rehabilitación, se ha convertido en un Centro de Interpretación. Un museo interactivo que muestra cómo era la vida de los caballeros que inspiraron a Cervantes cuando creó el personaje de Don Quijote.
La presencia del personaje cervantino imprega la cultura y tradiciones de esta hermosa localidad, encontrándose todavía en sus calles vestigios de la época en la que transcurre esta joya de la literatura universal, desde la ya referida Casa del Hidalgo a la plaza Cervantes, donde la tradición sitúa la casa donde nació el autor, o la Iglesia de Santa María la Mayor, la más antigua de Alcázar, edificada sobre una antigua mezquita, en la que se puede ver el acta de bautismo de Cervantes.
Hay varios edificios religiosos relevantes. Entre ellos la Iglesia de la Santísima Trinidad, levantada en los siglos XVII y XVIII en estilo rococó; destacan en ella las capillas laterales y el escudo con la Cruz Trinitaria de su portada.
La Iglesia de San Francisco, de estilo gótico tardío fue parte del complejo en el que estuvo radicada la Universidad de Alcázar; del edificio destacamos la portada plateresca y la bóveda de nervios acorazonada.
Un gran templo, reconocible por sus piedras de sillería de color rojo, es la Iglesia de Santa Quiteria, bello ejemplo de edifico barroco clasicista.
Se trata de un templo románico que cuenta con una espléndida capilla barroca y un zócalo de cerámica de Talavera, el Camarín de la Virgen. Otro de los atractivos de Alcázar son, sin duda, sus molinos de viento. Emplazados en el Cerro de San Antón donde se divisan kilómetros de llanura manchega, acercan al viajer a la época en la que la harina se producía aquí aprovechando la fuerza del viento.
Otro de los personajes históricos vinculados a Alcázar de San Juan es Hans Christian Andersen. En su libro Viaje por España, el escritor de obras como El patito feo dejó constancia de los atractivos del municipio manchego: «La silueta de Alcázar se recorta contra el llameante cielo crepuscular, con sus muchas torres y edificios…»
