Se trata de uno de los enclaves más hermosos de la Costa Brava, salpicado de impresionantes calas, frondosos bosques de pinos y escarpados acantilados. La empinada localidad de Begur, que creció en torno de su viejo castillo, pone orden a este estallido de la naturaleza. Conozcamos su historia.
Begur y su historia
Su benigno clima atrae un foco de turismo creciente, aunque Begur ofrece también múltiples alicientes para los amantes de la historia y la arqueología. El patrimonio de la localidad es bien rico, como así lo atestiguan los importantes restos que abarcan desde la Prehistoria hasta el Medievo, pasando por varias etapas de esplendor en época ibérica y romana.
No solo en superficie Begur es un testigo privilegiado de la historia. Sus aguas esconden una gran cantidad de tesoros, procedentes de barcos hundidos, rituales religiosos o el abandono de materiales. Los arqueólogos han hallado una gran cantidad de restos en forma de ánforas, vasijas y todo tipo de cerámicas.
Como los de tres barcos romanos hundidos con todo su cargamento (vinos, aceites, materiales de construcción, cazuelas de barro hasta pipas, monedas, copas de cristal, tapones de madera de las ánforas, e incluso piezas de un juego de damas). Vestigios que por desgracia para el viajero amante del pasado no se pueden musealizar.

En este fondeadero los investigadores han excavado tres barcos de época romana. Uno del siglo II a.C., otro de finales del siglo I a.C. y un último de finales del siglo II. Sin embargo, para que bañistas, buceadores e incluso arqueólogos profesionales puedan disfrutar de estos yacimientos, se han colocado a cierta distancia de la costa réplicas idénticas a las piezas originales, tratando de reproducir con fidelidad el contexto en el que éstas fueron halladas. Una iniciativa pionera en España.
Qué ver y hacer en Begur
Merece la pena un recorrido por sus tortuosas calles, que descubrirán al viajero retazos de su floreciente pasado, como sus cinco recias torres de defensa que se levantaron contra la piratería mora, construidas entre los siglos XV y XVI. El entramado urbano de Begur también sobresale por las construcciones que realizaron en su momento los indianos, bagurenses que cruzaron el océano Atlántico para ir a hacer fortuna al continente americano.
Estratégicamente situado en la cima de la colina se encuentra el castillo de Begur. Fue construido en el siglo XI por Arnust de Begur para combatir a los piratas que merodeaban a lo largo del litoral en los siglos XVI y XVII. Más tarde, se añadieron 10 torres vigías al castillo para el sistema de defensa, de las que solo cinco sobreviven. Tampoco hay que perderse la visita a la iglesia de estilo gótico dedicada a San Pedro y otros edificios históricos como el Casino Cultural o las Escuelas Viejas.

El municipio de Begur cobija también diversas calas que sobresalen por su belleza y aguas transparentes; cabe cite las de Aiguablava, Fornells, Sa Tuna, cabo sa Sal y Sa Riera, todas ellas urbanizadas. Antaño barrios habitados por casas de pescadores, hoy se han transmutado en enclaves residenciales y turísticos.
La visita a Begur se puede ampliar con una excursión con siglos de historia como es la de Ampúries, las más completas e interesantes ruinas de la antigüedad (origen griego) en la península ibérica que datan del siglo V antes de Cristo. La esencia del Medievo también la podrá encontrar el viajero en municipios como Peratallada o Pals, y el encanto de una figura como Dalí en el hermoso pueblo costero de Cadaqués.
Dónde dormir en Begur: Galena Mas Comangau; Ramón Llul, 1; 17255 Begur (Gerona); teléfono: 972623210; info@mascomangau.com.
Dónde comer en Begur: Restaurante Rostei; Carrer Concepció Pi, 8; Begur (Gerona); teléfono: 972622704.