Rebelde, inconformista, incómodo para muchos… Son varios los adjetivos que definen la personalidad de este notable comunicador. Director y presentador del mítico programa radiofónico La Rosa de los Vientos (Onda Cero), dirige también la revista Historia de Iberia Vieja. La curiosidad que caracteriza el trabajo de Bruno Cardeñosa (Ourense, 1972) le lleva a la búsqueda constante de respuestas en los ámbitos en los que mejor se desenvuelve: misterio, historia, política, nuevas tecnologías,…
Bruno Cardeñosa y sus libros
En su último trabajo escrito, Un Mundo (In)Feliz, pone al descubierto las mentiras de los gobiernos para dominar a los ciudadanos, al igual que ya había hecho en sus trabajos anteriores W de Wikileaks
y Triple A
. También ha sido autor de otros libros como 11-S Historia de una infamia, Autopista Del Misterio
o El gobierno invisible.
¿Por qué el mundo «es una mierda», según indica al comienzo de su último libro?
La gente tiene unas capacidades maravillosas, pero el objetivo es anularnos. Pensar de forma lineal. Protestar lo mínimo para que lo que tengamos siempre nos parezca poco y nuestro objetivo sea conservarlo. A partir de ahí, se cometen barbaridades e injusticias. Ese es el mundo que veo y que tuve que reflejar en este libro. Verlo de otra forma es una invitación a no hacer nada. El que está arriba no quiere que se vea la mierda que lo enguarra todo. Aquí la muestro, con el objetivo de despertar.
¿Con qué intención ha escrito Un mundo infeliz?. ¿Para despertar conciencias?
En parte sí, y porque la mía también me lo exigía. Tengo el deber de hacer honor a la posibilidad que tengo y he cumplido el ‘contrato’ con mi conciencia: poner a la gente delante de un espejo, el espejo del ‘mundo feliz’.
¿Qué es lo que el poder esconde y no quiere que sea de dominio público?
No es que lo esconda, que también. Es sobre todo que no quiere que se hable, y por eso se miente para disimular. Las guerras, la explotación, la injusticia social, los intereses económicos, los juegos de estrategia, etc. Y al final, el ser humano. Nos hacen creer que lo primero no existe…

¿Por qué motivo lo hace?
Supongo que porque debo. Y es mi trabajo, lo que me ha tocado para bien o para mal. Tengo la posibilidad. La tengo que tomar.
Usted ha tratado en sus libros los temas más variopintos: misterio, ovnis, historia, leyendas urbanas, conspiraciones… ¿Con qué temas se siente más identificado?
Uno no excluye a otro. Me atraen todos, en cada momento tengo que luchar en una dirección y me entrego a ella, pero jamás desaparece la otra.
Si tuviera que señalar algunos de los grandes misterios que han ocurrido en España, ¿cuál destacaría?
Es una elección complicada. Como zaragozano que soy, o me siento, para mí es un misterio que un tipo psicópata como el general Palafox contribuyera con sus acciones a destruir una ciudad y casi todas sus gentes. Locos siempre ha habido, pero a él se le hacen museos, estatuas, se pone su nombre a calles… ¿Acaso no es un misterio?
Y a nivel personal, ¿cuáles son los misterios que más le atraen?
Como misterios propiamente dichos, la posibilidad de no estar solos y que de alguna forma hayamos sido visitados. Y evidentemente, qué hay al otro lado de la muerte. ¿Continúa la vida? ¿Hay algo que ordena las cosas?
¿Existen los extraterrestres?
No tengo la más mínima duda de ello.
¿Por qué los Gobiernos no dicen toda la verdad sobre el fenómeno OVNI?
Sobre todo, porque sobre la naturaleza última no saben nada. Y por otro lado, el fenómeno demuestra la vulnerabilidad, además de que puedan o no tener informaciones.
¿Cuál es la fórmula del éxito que ha llevado al programa que dirige a ser uno de los más oídos y descargados de la radiodifusión española?
Las ganas de saber, la honestidad en el desconocimiento, mostrar nuestra curiosidad y a la vez enseñarla a la gente, e intentar compartir esa búsqueda con ellos.
¿Se conserva algo del espíritu primigenio de su creador, Juan Antonio Cebrián?
No era la misión. Bastante complicado es hacer el día a día como para estar pensado en eso, que jamás me pidió nadie cuando me dijeron si lo podía hacer yo. Claro que hay parte del espíritu, que se mantiene, porque ese espíritu nos unió y me llevó a quererlo como muy pocos lo hicieron. Es lógico, porque nada se estanca ni permanece quieto, que unos salgan y otros entren, pero casi diez años después, la prueba de si podía continuar o no ya está más que superada.
También está al frente de una revista de historia de España que crece en lectores de forma progresiva…
Me gusta hacer revistas. Es una de las cosas que más me gustan en la vida y lo hago con placer y devoción. Al igual que en la radio, la implicación se nota. Y en el pasado está todo.
¿Resulta atractiva la historia de nuestro país?
Sí, de hecho hay varias publicaciones que la tratan mucho y más o menos bien, al igual que algunos programas de radio que la incorporan. Conocer las cosas que han pasado tiene muchas implicaciones, el hecho de no repetir lo malo y aprender de ello, saber cosas que se desconocían…

¿Qué momento histórico del pasado de España considera más importante?
En la historia nuestra y de todos, el Descubrimiento de América. De un día a otro, el mundo se multiplicó por dos, con todo lo que ello implicaba. Después, el pleno siglo XX, la Guerra Civil fue una tragedia pero está ahí y debemos conocerla más y mejor.
¿Cuál es el que le gusta más?
Todo aquello que represente conocimiento, como los hallazgos de Ramón y Cajal. O los de Miguel Servet. Y la rebeldía de ambos.
Si tuviera que destacar un lugar con historia de nuestro territorio, ¿cuál sería?
Zaragoza concentra mucho, casi toda nuestra historia se puede reconstruir ahí, y es una de mis ciudades, pero Madrid, Barcelona, Valencia… Y de sitios más pequeños, creo que todos deberíamos conocer algo más, pese al frío bestial, Molina de Aragón.
Y de los que ha visitado, ¿con cuál se queda?
No conozco un solo lugar que no estaría en esa lista.
¿Siempre hay que estar replanteándose la Historia por los continuos y novedosos descubrimientos que se realizan?
Claro que sí, porque se descubren cosas nuevas, y hay cierto inmovilismo creado por las ideas, no por los hechos, con los que es necesario cortar.
¿Tienen las leyendas urbanas algún poso de veracidad o son simplemente bulos que crecen como una bola de nieve?
Son bulos, siempre. Por definición. Pero es cierto que reflejan cosas que existen. El miedo a todo lo que no controlamos y desconocemos es la base de muchas leyendas.
¿Cree que puede existir un Gobierno mundial en la sombra?
Sí, y no. Claro que nos gobiernan desde cenáculos, desde el poder del capital, y los políticos muchas veces son ellos, o sus lacayos. Pero no son una cosa contraria.
¿Viajar es un placer?
Quien ha viajado sólo te dirá una cosa: sí.
Sus admiradores estamos impacientes…, ¿nos podría adelantar algún proyecto en el que esté trabajando?
Ahora mismo, vivir mañana es mi ocupación.