Empinada a lo alto de un impresionante contrafuerte de roca sabática, en la confluencia de los ríos Fluviá y Turronell, emerge una atractiva y singular población. Castellfollit de la Roca es un pintoresco pueblo que aturde al viajero por su singularidad. No exento de historia y pasado. Tanto que la pared de basalto sobre la que se asienta (más de 50 metros de alto y un kilómetro de largo) es fruto de la acción erosiva de los dos ríos sobre los restos de las corrientes de lava procedentes de las erupciones volcánicas que tuvieron lugar por aquí hace millones de años.
Castellfollit y su acantilado
La pared basáltica es fruto de la superposición de dos coladas de lava: la primera, con una antigüedad de 217.000 años, proviene de la zona de Batet y está formada por losas, mientras que la segunda, más joven, es originaria de los volcanes de Begudà, tiene unos 192.000 años y adopta formas prismáticas.
Esta magnífica acción de la naturaleza permitió dotar a Castellfollit de la única cantera activa de basalto de toda España. Que ya se viene explotando desde 1887. Las aplicaciones que se dan al basalto extraído son, básicamente dos: una industrial como roca antiácida, y otra doméstica para decorar chimeneas o pavimentos.
Por lo que respecta al origen del nombre del pueblo, existen dos versiones: La primera dice que está relacionado con la existencia de un castillo en la zona y se justifica, ya que en el año 1096 se cita el nombre de Kastro Fullit. En referencia a la palabra ‘follit’, puede ser que derive del hecho de que la construcción es laminada, es decir, realizada en pizarra. Como en la zona no se encuentra este tipo de roca, se cree que el nombre se da por similitud con el basalto.
La segunda versión asevera que no proviene de ninguna construcción militar (en referencia al castillo) edificada sobre la pared basáltica, sino de la propia silueta que forma la misma pared, por su similitud a una gran fortaleza. En lo referente a la palabra ‘follit’, la vista nos muestra las formaciones de basalto como si fueran hojas alargadas, y de aquí el nombre que traducido al castellano es castillo del follaje.
Castellfollit fue uno de los primeros pueblos de España en disponer de conexión telefónica. En 1906 se aprobó su creación y en 1907 la red ya estaba instalada y en funcionamiento. En 1913, el teléfono no sólo llegaba a toda la provincia, sino también al resto del país.
Toca ya adentrarse por la magia del municipio. El núcleo antiguo de Castellfollit de la Roca, de origen medieval, está formado por plazas y calles estrechas y umbrías que invitan al paseo. Las casas, en su mayor parte, están construidas en piedra volcánica. En el extremo del precipicio se encuentra la plaza-mirador Josep Pla, con una impresionante panorámica de la que puede disfrutar el viajero. Que le permite, asimismo, comprender la posición estratégica del pueblo y sus cualidades naturales para la defensa.
Destaca para conocer y visitar la iglesia de Sant Salvador (siglo XIII), de estilo renacentista tardío, afectada por los terremotos habidos en el siglo XV en la región. Así como el campanario de Sant Roc, y, sobre todo, el entorno natural del pueblo, que son sus bellezas más destacadas. Muy cerca del casco antiguo, junto al Fluvià y el Toronell, se encuentra una zona de pequeños huertos cultivados por la gente del pueblo, separados por muros de piedra.
Castellfollit de la Roca dispone de numerosas plazas y espacios abiertos donde los niños pueden jugar y los mayores reposar. Un buen ejemplo es la Plaça de Catalunya, construida recientemente y que se ha convertido en un lugar de reunión habitual. También resulta muy recomendable hacer una excursión hasta el Santuario del Cós. Castellfollit se encuentra junto al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un espacio protegido de gran valor paisajístico.
Si el viajero aficionado a la historia todavía tiene ganas de más, le resultará curioso un peculiar museo emplazado en Castellfollit que se puede visitar para completar la excursión. Se trata de una exposición particular que existe sobre la guerra del Vietnam que está considerada única en Europa (Sant Josep, 1)
Resulta curiosa asimismo la similitud ortográfica de Castellfollit con otra población de tierras catalanas: Siurana, en la provincia de Tarragona, también está enclavada en la cima de un alcor, con una treintena de casas en hilera a las que se accede por un desfiladero vigilado por las ruinas de un castillo árabe.

Cómo llegar: Desde Barcelona, la ruta en coche es de 1 hora y 36 minutos aproximadamente por la C-17 hasta Vic y luego coger la C-37. Otra opción es conducir por la E-15 hasta Gerona, luego tomar la c-66 hasta Besalú y después la N-260.
Dónde dormir: Cal Xico; Begudà; 17857 Beguda, Sant Joan les Fonts (Gerona); teléfono: 616961730; pinadella@agtat.com.
Dónde comer: Restaurante Can Llorenç; Carrer Major, 28; 17856 Castellfollit de la Roca (Gerona); teléfono: 972294339.