Con la excusa de conocer uno de los lugares con más pasado de Portugal, el viajero se presta a aprender algo de historia de su idioma, una lengua que enamora solo de escucharla. Conimbriga es una referencia de la arqueología lusa. Una ciudad romana en el occidente de Europa. Aunque los restos monumentales iniciales que podrá apreciar el viajero de esta urbe emplazada 12 kilómetros al sur de Coimbra ya datan de la Edad del Hierro.
En la actualidad, la Conimbriga visitable es una ciudad formidable, restituida tal y como debía de mostrarse en el siglo II, donde destacan los bellos mosaicos y algunos espacios habitacionales como las domus de los Repuxos y de Cantaber.
La ciudad mantiene parte de la primitiva muralla de tiempos de Augusto (finales del siglo I a.C. e inicios del siglo I), la muralla bajo-imperial, el acueducto, o el espacio del foro Flávio. Los vestigios de dos imponentes balnearios reformados en tiempos de Trajano dan una idea de la antigua grandeza de Conimbriga.
Aprendamos ahora un poco del portugués. Todos los países del mundo tienen una historia particular sobre su idioma que, en su mayoría, se estableció con posterioridad de algún conflicto bélico o político, al igual que por la mezcla de razas, culturas y colonizaciones.
La lengua portuguesa es de origen románico, que viene del latín vulgar. Surgió en el norte del país luso y la Galicia española, lugar desde donde se extendió por todo el territorio que hoy forma Portugal. La evolución se dio como resultado de enfrentamientos políticos, transformaciones históricas y geográficas del pueblo luso. Ya desde el siglo III antes de Cristo.

Parecido al español
La lengua portuguesa tiene cierto parecido con la lengua española, y pese a que son gramaticalmente diferentes y no tienen similitudes fonéticas y léxicas, ambos idiomas pueden entenderse bastante bien, especialmente si se habla con lenta cadencia.
¿Cómo es el portugués? Su léxico tiene partes de arabismos, helenismos y galicismos, al igual que tonos de origen fenicio, cartaginés y celta. Actualmente es el idioma oficial de Portugal, Brasil y ciertas islas del Atlántico, como Azores y Madeira. Le siguen Angola, Mozambique y algunas zonas de Indonesia.
La mayoría de las lenguas románicas se crearon por la mezcla con otros idiomas. Tal es el caso del portugués, que dentro de su léxico recoge términos árabes y cierto parecido con el español. ¿Cómo sucedió esto? Por las invasiones. En el ocaso del imperio Romano, la Península Ibérica fue invadida por suevos y visigodos, unos pueblos bárbaros que copiaron el latín que allí hablaban. De allí surge el galaico-portugués, que se diferencia de las lenguas hermanas: español y catalán.
Luego, la invasión árabe del año 711 no impidió que se mantuviera la versión galaica-portuguesa. En 1143, el Condado Portucalense se convirtió en Portugal, y se conservó aquel dialecto hasta la expansión del Reino de Castilla. Entonces se generaron más diferencias entre el castellano y portugués.
Expansión territorial
Fue durante el reinado de Dionisio en el siglo XIII cuando se estableció el idioma portugués como la lengua oficial de todo el reino. Luego, en los siglos XV y XVI, comenzó su colonización y difusión del luso por tierras de fuera: África, Asia y América.

Hoy día, el portugués es la lengua de más de 217 millones de personas en el mundo, y el interés por aprenderlo sigue creciendo, sin duda. Muchas personas realizan en la actualidad cursos de portugués, el único idioma que tiene dos ortografías oficiales diferentes, ambas oficializadas desde 1990. Es curioso que el portugués de Europa es diferente al de África y Sudamérica.
Con sus reglas gramaticales y ortográficas propias, en cuanto a lo lingüístico, el idioma luso presenta gran complejidad en su sistema fonológico: Tiene hasta 11 fonemas vocálicos diferentes; sus cinco vocales básicas pueden nasalizarse, pese a que no son tan cerradas como en el francés; se perciben alrededor de 25 fonemas consonánticos diferentes…
Aparte de en Portugal y Brasil, el idioma también se habla con profusión en Angola, Mozambique, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe, Guinea Ecuatorial (África), Timor Oriental, Macao (Asia), comunidades de Goa, Daman y Diu (India) y Malacca en Malasia.
