Los primeros pobladores de nuestro mundo dieron una gran importancia al culto a la fertilidad. Su búsqueda de la perpetuación de la humanidad tomó forma en figuras escultóricas de piedra como la archiconocida Venus de Willendorf, hallada cerca de esta localidad austriaca y cuya elaboración se llevó a cabo por el hombre prehistórico en un periodo entre 28000 y 25000 años antes de Cristo.
Las islas Canarias no fueron ajenas a este fenómeno cultural. De hecho, en Gran Canaria se ha recabado la mayor concentración de grabados rupestres de triángulos púbicos del mundo, más de un millar, labrados en bajorrelieve en las cuevas de Risco Caído y los paisajes sagrados de montaña en la caldera de Tejeda.
En este lugar se sitúa la cueva de Los Candiles, inigualable por albergar nada menos que 344 genitales femeninos grabadas del techo al suelo en las cuatro paredes de esta planta rectangular, circunscrita al santuario de Risco Chapín.
Sin salir de esta isla, nuestra atención se fija, obligatoriamente, en una pequeña figura de terracota y almagre, y que una buena parte de expertos identifica con el culto a la fertilidad de los guanches, los aborígenes canarios, los hombres que miraban al cielo.
Su nombre se debe al poblado indígena de Tara, en Telde, lugar donde supuestamente fue encontrada. Aunque según una teoría reciente, el ídolo de Tara, que así se hace llamar, se habría localizado en Gáldar.
En el Museo de Las Palmas
El ídolo de Tara es una figura de forma femenina que el viajero puede apreciar en una vitrina del Museo Canario en Las Palmas de Gran Canaria. La pieza adopta una postura sedente, y presenta un cuello largo del que arranca una cabeza pequeña con rasgos esquemáticos.
Los bíceps y muslos de la estatuilla son voluminosos, desmesurados con respecto a su tamaño: unos 26 centímetros de altura y casi 24 centímetros de anchura, respectivamente.

Aunque el grado de esquematismo es grande, el artista se permitió algunos rasgos realistas que imprimen personalidad a la pieza. En la figura se aprecian las marcas que se le realizaron para señalar el ombligo, la vulva, las fosas nasales y los ojos.
La nariz, la boca y los ojos se delinearon mediante incisiones. Los muslos, además, fueron desbastados dorsalmente de manera que no sobresalieran con respecto a la profundidad de los hombros o bíceps.
Pintada en ocre
Su autor utilizó ocre rojo (almagre) para pintar casi todo el ídolo. Además, fue bruñido para darle realce, sobre todo en las las partes desprovistas de pintura. Desde un análisis técnico, la cabeza, los bíceps y los muslos son huecos, mientras que el rostro y el pecho son aplicaciones. Se observan todavía las huellas de los apoyos de los brazos que ya no se conservan.
Tras este análisis morfológico de la pieza, nos surge la primera conjetura: ¿Podría haber sido el ídolo de Tara obra de una mujer? Podría, pues eran ellas las que estaban al cuidado de los santuarios, las que vivían allí y llevaban a cabo los rituales para rendir culto a la fertilidad. Por el momento, lo desconocemos.
¿Culto a la fertilidad?
Los denominados ídolos como el de Tara son figuras antropomorfas, zoomorfas, anicónicas (sin imagen reconocible) o con caracteres mixtos que fueron realizadas en tiempos prehistóricos en su mayoría de barro cocido o arcilla.
Estas figuraciones manifiestan una preferencia por la representación humana, especialmente por la femenina, a la que en ocasiones se divinizaba.
La señalización de los atributos sexuales conduce a vincular estas figuras con el culto a la fertilidad. Las concepciones de las divinidades que tenían los primitivos isleños adoptaban como forma estos menudos ídolos.
Algunos son representaciones de los dioses guanches, otras imágenes de seres benefactores usados a modos de talismanes, y otros son seres malignos, espíritus que era necesario ahuyentar.
Los idolillos canarios son semejantes a los que aparecen en el Neolítico de Grecia, en las Islas Cícladas, Chipre, Creta o el Egipto Antiguo, donde aparecen juntos estatuillas y pintaderas. ¿Mantuvieron los aborígenes canarios relaciones comerciales con estos pueblos de la antigüedad?
Aunque la figura pueda parecer que tenga una silueta femenina y se relacione con las antiguas venus prehistóricas, son unas cuántas las voces de historiadores e investigadores que dotan al ídolo de Tara de una sexualidad ambigua y no definida, por lo que se considera bisexuado.
No obstante, son las figuras asexuadas las más numerosas y repartidas por todas las Islas Afortunadas (como el Ídolo de Arucas, el Ídolo sedente de Zonzamas o Ídolo de Los Caserones). Aparecen en cuatro de ellas: Gran Canaria, Fuerteventura, La Palma y Tenerife.
Al ídolo de Tara le dedico uno de los 18 capítulos de mi libro Lugares Mágicos de España: Los mayores enigmas de la arqueología peninsular. Uno de tantos hitos del pasado sobre el que aún no tenemos respuesta sobre su origen y propósito. De la editorial Guante Banco.
Dónde dormir: El Batán; Calle Marie Curie, 5, 35015 Las Palmas de Gran Canaria (Las Palmas)
-Urban Boji; Calle Luis de la Cruz, 10, 35003 Las Palmas de Gran Canaria (Las Palmas); teléfono: 928057572.
Dónde comer: To’Loko; Calle del Párroco Segundo Vega, 96, 35015 Las Palmas de Gran Canaria, (Las Palmas); teléfono: 928672731.
-Que Rico; Calle Tarragona, 2, 35016 Las Palmas de Gran Canaria (Las Palmas); teléfono: 928335740.
He leído con gran interés su artículo sobre
El Ídolo de Tara: el enigma guanche y puedo decir que es uno de los mejores artículos que he leído.
Muchas gracias por el apoyo
Me asombra lo que no sabía siendo Canario