Ha sido calificado como el maestro de la novela histórica española contemporánea. Autor de innumerables novelas, ensayos, libros de investigación histórica y de artículos en revistas españolas y extranjeras, José Luis Corral (Daroca, 1957) es catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza. Incluso asesoró al equipo de dirección de Ridley Scott en la película 1492: La conquista de paraíso. Algunas de sus obras más conocidas tratan casi todos los periodos que abarca la Historia: Numancia (Narrativas Históricas), El Cid, Trafalgar, El rey felón, La prisionera de Roma, Breve historia de la Orden del Temple,…
Su profusión a la hora de escribir está a la altura de su calidad como novelista y ensayista. Ahora, con su último trabajo, La Corona de Aragón: manipulación, mito e historia, trata de dejar claro qué significó aquel reino que dominó gran parte del Mediterráneo durante la Edad Media y la tergiversación y manipulación que algunos pretenden hacer del pasado de nuestro país. Sin pelos en la lengua, habla para Lugares con historia.
¿Qué ha pretendido explicar o dejar claro con el libro La Corona de Aragón: Manipulación, mito e historia?
Desde luego dejar sentado, a partir de la documentación y el análisis historiográfico, qué fue la Corona de Aragón, a la vez que desmontar tantas falsedades y manipulaciones como se han escrito sobre este asunto.
¿Qué fue la Corona de Aragón?
Una suma de reinos y estados que eran patrimonio de la familia Aragón, que tiene su origen en Ramiro I y que se complementa con el matrimonio de la reina Petronila de Aragón con el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. Comenzó en 1137 y acabó en 1713.
¿Existió la Corona Catalano-Aragonesa o fue simplemente Corona Aragonesa?
Jamás existió la Corona Catalano-Aragonesa. Se trata de un invento del siglo XIX. Lo que existió fue la Corona de Aragón.
¿Considera que parte de la historiografía catalana ha manipulado nuestra historia por razones de interés político, aprovechando el auge del independentismo?
En buena medida, sí. El ultranacionalismo catalán, el pancatalanismo, recurre permanentemente al presentismo histórico. Es decir, proyecta ideas políticas del presente como si hubieran existido en el pasado, y para ello tiene que manipular la historia.
¿Qué le parece que el nacionalismo catalán quiera independizarse del resto del país?
Personalmente, la independencia de Cataluña me parece un error, pero si la inmensa mayoría de los catalanes quiere ser un estado independiente, me parece que tiene derecho a serlo, pero sin mentir sobre el pasado ni falsificar la historia.
Ha afirmado en alguna ocasión, que «la Historia es una disciplina muy manipulada y manipulable porque es una herramienta de propaganda política formidable» ¿Se reafirma en ello? ¿Cree que así lo está haciendo el nacionalismo catalán más exacerbado?
Por supuesto. La historia no deja de ser memoria colectiva, y por tanto quien manipula la memoria domina la conciencia. Y eso es lo que hace el ultranacionalismo catalanista, manipular y mentir con el pasado para dominar y controlar los sentimientos del presente.
¿Quienes más han manipulado la historia de España para su propio interés?
Desde luego el poder establecido en cada momento los grandes poderes económicos, los que quieren mantener sus privilegios, los que no aceptan que todos los seres humanos son iguales.
¿Qué tiene la época medieval, para que nos atraiga tanto, por encima de, por ejemplo el Renacimiento, en el que ‘se dio mayor esplendor del saber’?
La Edad Media es el origen de todo los que ahora entendemos: el concepto de Estado, la pertenencia un grupo, la referencia de todas las leyes e instituciones. Debemos mucho a Roma y a Grecia, pero somos hijos de la Edad Media. De ahí el atractivo que mantiene.
¿Existió la mítica convivencia entre las tres culturas y religiones en aquella época?
A veces sí, a veces no. Pero en la Edad Media se podía practicar con cierta libertad cualquiera de las tres grandes religiones en la península ibérica, tanto en el territorio musulmán como en el cristiano. Y cuando llegó el Renacimiento llegó la persecución a los judíos, la expulsión y la conversión obligatoria de los mudéjares. En ese sentido, en la Edad Media hubo más tolerancia que en los siglos XVI al XX.
¿España cometió errores históricos entre los que podemos citar la expulsión de los judíos, los moriscos o la guerra contra Napoleón?
Los países no cometen errores, los cometen sus gobernantes sobre todo. Y la inmensa mayoría de los gobernantes ha sido un desastre. Muchos de ellos han sido, y lo siguen siendo, unos ladrones, así de sencillo.
Usted se ha ocupado de estudiar la pena de muerte, su relación con las religiones… La religión, ¿es un negocio y una forma de control?
La religión es una forma de control ideológico de los poderosos. En origen, todas las religiones tiene buenas intenciones, pero cuando son absorbidas por el poder dejan a un lado su pureza fundacional y se prostituyen.
Si no me equivoco, usted también ha comentado en alguna ocasión que Monarquía y Democracia no suelen ser sistemas políticos compatibles.
Evidentemente. No poder elegir al jefe del Esatdo y que esa figura sólo pueda ser ejercida por los miembros de una familia es una aberración política, una injusticia y una deficiencia de la democracia, y me da igual que sea en Dinamarca o en España. Es una cuestión de fuero, no de calidad de vida o de si hay más libertades en una monarquía constitucional que en una república dictatorial. Quien sostiene esa comparación es un sofista.
¿Es o ha sido España un ejemplo de esta afirmación a lo largo de su historia?
En España hemos tenido un rey felón como Fernando VII, un perjuro como Alfonso XIII y uno que juró defender las leyes franquistas y luego sancionó la Constitución; y todos tan tranquilos, y viva el rey. A veces, los españoles han sido un pueblo de bueyes en el sentido que señalaba Miguel Hernández.
Como historiador y docente de un apasionante periodo histórico como es la Edad Media, ¿qué personaje más le ha cautivado de aquel entonces?
Muchos, pero en España El Cid, y fuera de ella Gengis Kan; ambos, por cierto, manipulados hasta la náusea por sus adversarios.
Si tuviera que destacar un lugar con historia de nuestro territorio, ¿cuál sería?
Hay centenares. Para mí, desde luego, la ciudad de Daroca, en Aragón.
Y de los que ha visitado, ¿con cuál se queda?
En España la catedral de León y fuera las ruinas romanas de Palmira, en Siria.
¿Qué época de España encuentra más atractiva si tuvieras que escoger un destino para visitar?
Si pudiera viajar en el tiempo, lo haría a la época de la invasión islámica. Me gustaría presenciar cómo se produjo la llegada de los musulmanes en el año 714.
¿Y para escribir un nuevo libro?
Ahora me interesa mucho la Italia de comienzos del siglo XVI.
Cuando viaja, ¿es la historia y el patrimonio del destino que escoge uno de los principales motivos de su desplazamiento?
Habitualmente sí, pero no sólo eso. También busco paisajes distintos a los de mi tierra, otras costumbres, otros pueblos…
¿Utiliza el pasado de los lugares que visita como motivo para dedicarles un libro o escoge otras características?
Depende. A veces me viene una idea y viajo para completarla, y otras veces las ideas me surgen visitando algunos lugares.
¿Con qué reclamos cuenta nuestro país para ser visitado? ¿Es la historia y su patrimonio uno de ellos?
Debería ser uno de los más importantes, además del sol y las playas. Falta mucho por trabajar en ese sentido.
¿Considera que España es uno de los destinos más recomendables para conocer por su pasado histórico?
Sí, porque el patrimonio que queda, pese a lo que se ha destruido, es mucho.
Su tierra, Aragón, es sin duda una de las comunidades autónomas de nuestro país con más historia. ¿Qué lugares o sitios deberíamos visitar?
En Aragón hay lugares extraordinarios: Por citar algunos, el viajero no debe perderse San Juan de la Peña, Alquézar, el castillo de Loarre, Tarazona, Calatayud, Albaracín, Mirambel y, por supuesto, Daroca.
Lectura recomendada:
Trafalgar (Narrativas Históricas)
Los compañeros del programa radiofónico Ágora Historia entrevistan al escritor aragonés con motivo de la publicación de su última novela, El trono maldito, que ha escrito conjuntamente con Antonio Piñero: