Le apasiona el Antiguo Egipto, y domina esta parte de la historia como pocos en este país. Además, es un excelente divulgador de la materia como demuestra cada semana en Ser Historia, uno de los mejores programas radiofónicos que pueblan el dial. Nacho Ares (1970), licenciado en Historia Antigua por la Universidad de Valladolid, fue director de la Revista de Arqueología (en la que tuve el honor de colaborar) y colabora en el programa televisivo Cuarto Milenio. No descuida su faceta literaria, pues como buen conocedor de los entresijos y misterios de la época de los faraones ha escrito, entre otros, La tumba perdida o El sueño de los faraones. Ahora presenta su último trabajo, La hija del sol.
¿Qué se va a encontrar el lector en La hija del sol?
Lo que he intentado ofrecer es una visión moderna de la llamada herejía de Atón, uno de los momentos revolucionarios más importantes de la historia de Egipto. Desde el siglo XIX, cuando se redescubre este momento del pasado faraónico, se ha tendido a idealizar en exceso ese concepto falso de monoteísmo, pacifismo… Akhenatón fue un faraón igual de sangriento que sus predecesores y sucesores.
¿Qué tiene el Antiguo Egipto que sigue despertando el interés del lector?
Nos vemos reflejados en su cultura. Nuestros orígenes culturales descansan en el mundo judecristiano que está ampliamente inspirado por el mundo egipcio. Hay textos en el Nuevo Testamento puestos en boca de Jesús que son claramente egipcios y tienen casi 4.000 años de antigüedad. Es como si, sin saberlo, nos viéramos reflejados en ese mundo ancestral del que venimos.
¿Da jugo esta civilización para seguir construyendo novelas históricas?
Desde luego que sí. Además como hago en La Hija del Sol, siempre hay investigaciones nuevas que aportan escenarios diferentes y actualizados. En mi caso, por ejemplo el trasfondo que recorre la novela es la existencia de una plaga, seguramente de peste, que sabemos que azotó el Egipto de la XVIII dinastía y que seguro condicionó los planteamientos de Akhenatón. No todo era dar la espalda a Amón por la corrupción del clero de este dios, sino que había factores externos que marcaron de una manera clara el futuro. Y eso es algo que se ha conocido en las últimas décadas.
¿Es Egipto la civilización más fascinante de la Antigüedad?
Para mí sí, desde luego. Aunque en su conjunto todas ellas tienen su magia: el mundo sumerio, babilonio, asirio, Grecia y Roma, la antigua China… Quizá por ese trasfondo cultural que decía antes que hemos heredado del mundo judeocristiano, nos sentimos más cercanos a Egipto. Pero hay otras civilizaciones de la Antigüedad que son fascinantes.

¿Sería nuestra sociedad la misma sin la influencia que ejerció el Antiguo Egipto?
Desde luego que no. Sería diferente, ni mejor ni peor. Distinta, pero tenemos argumentos éticos, filosóficos, económicos…, que vienen de la época de los faraones.
¿Son las pirámides la construcción arquitectónica o monumental más impresionante de la historia de las civilizaciones?
Creo que no tienen parangón. Si habláramos con honestidad, habría que decir que el país de las pirámides es México o Guatemala, en donde las hay a cientos, pero no es menos cierto que las pirámides egipcias con sus incógnitas y el impacto que han tenido en nuestra sociedad desde hace miles de años, se llevan la palma.
A su juicio, ¿qué función desempañaban las pirámides?
Eran lugares de enterramiento, de eso no me cabe la menor duda. Especialmente porque son los propios egipcios los que las definen así y nos hablan de ello. Pero además eran monumentos más complejos. Se usaban como espacios ceremoniales, de peregrinación, eran verdaderas ciudades y entes económicos. No eran una simple tumba en la que se depositaban los restos de un faraón.
¿Con qué personaje se queda de la historia de Egipto?
Si tuviera que quedarme con alguien, elegiría seguramente alguien de la XVIII dinastía, la época de eclosión de la historia de Egipto en donde ubico La Hija Perdida. Pero no elegiría un noble o un rey. Me quedaría con un campesino, alguien más mundano que seguramente me enseñe cómo era la vida realmente en aquel país hace 3.500 años.
Cambiemos de tercio. ¿Qué momento histórico del pasado de España considera más importante?
Sin lugar a dudas el siglo XVI con el reinado de Felipe II y la presencia de mi admirada y adorada princesa de Éboli.

¿Qué lugar de nuestro país recomendaría visitar por su historia?
Es difícil elegir un sitio, pero las grandes ciudades como Madrid y Barcelona cuentan con mucha historia en sus calles. Por ejemplo, el trazado del centro de Madrid es el mismo que en el siglo XVI tal y como vemos en el mapa de Teixeira, posterior del XVII, pero que refleja esa realidad. Me encanta esa parte de Madrid y sus museos, iglesias, palacios…, que nos hacen viajar en el tiempo.
¿Y del extranjero? No me lo diga…¿Egipto?
Desde luego que sí. Es un país fascinante en donde no solamente está el mundo faraónico, sino la cultura musulmana y la copta, dos grandes desconocidos en Occidente.
¿Qué lugar de nuestra geografía escogería para escribir un libro?
Con mi primera novela, El Retrato, viajaba por el Madrid de los Austrias y la villa de Pastrana en Guadalajara. Por conocerlo bien, elegiría de nuevo Madrid.
¿Viajar es un placer?
Y un deber. Es la mejor manera de aprender de otros lugares y de otras culturas. La gente que no viaja me da mucha pena, o los que hacen el simple turismo de playa, absolutamente plano e insulso. Hay que viajar y convivir con las personas de otros lugares.
De todos los lugares en los que ha estado, ¿cuál ha sido el que más le ha marcado?
Sin lugar a dudas Egipto, pero conozco Jordania, Túnez, Marruecos, Irán, casi toda Europa, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Uruguay… Quizá el que más me sorprendió para bien fue Irán. Vas con el prejuicio del ‘eje del mal’ y nada tiene que ver con eso. En los medios lanzan prejuicios con mucha facilidad que por desgracia calan en la gente.

¿Qué lugar o lugares le gustaría visitar?
Me gustaría conocer Irak, quiero esperar un poco y seguro que iré más pronto que tarde.
¿Considera que España es uno de los destinos más recomendables para conocer por su pasado histórico?
Sin duda. Creo que es un país con historia a borbotones. En cada pueblo, ciudad, rincón, podemos encontrar historias fascinantes. Además tiene el aliciente de que somos nosotros mismos. Es nuestra propia historia la que le convierte en algo más atractivo.
¿Nos podría adelantar algún proyecto en el que esté trabajando?
Ahora descanso… Es mentira, porque tengo mil cosas entre manos: libros, radio, televisión… pero cada cosa a su momento.