Su origen data del siglo I procedente de China y es un elemento imprescindible en nuestra vida cotidiana. Se trata del papel, que llegó a la localidad valenciana de Xàtiva en el año 1144, puerta a través de la cual este material se introdujo en Europa para seguir extendiéndose.
Originario de China
El papel tuvo su origen en los confines del mundo de Oriente. Tsai Lun, oficial en la Corte Imperial China, inventó el papel hace 1.800 años. Hasta su llegada al Viejo Continente, recorrió un largo camino. Hasta el siglo IV, el papel comienza salir de tierras chinas y mongolas.
Tras la batalla de Samarkanda (año 751 de nuestra era), el secreto para su fabricación cae en poder de los árabes, que mejoran su técnica. En lugares como Bagdad, El Cairo o Fez se desarrolla la industria hasta llegar a la Península Ibérica.
El Misal Mozárabe, obra literaria conservada en el monasterio de Santo Domingo de Silos, está considerada la primera muestra de papel europeo, ya que data del año 1036.
Sin embargo, documentalmente hay unanimidad en atribuir a Xàtiva el ser la primera población occidental que tuvo industria papelera.

Así lo pone de manifiesto el historiador árabe El Idrisi (1100-1172), cuando en una de sus creaciones dijo de la ciudad valenciana que era «bonita villa con castillos» y lugar «donde se fabrica el papel como no se encuentra en parte alguna del mundo. Se expide en Oriente y Occidente». Debemos pensar que si tenía tal perfección y difusión, su fabricación había empezado muchos años antes.
Introducido por los árabes
Tal vez fuera introducida en la localidad valenciana por un tal Abú Masaifa en 1056, y la instalación de la primera fábrica de papel en Europa con una treintena de trabajadores se diera en 1174.
Su consolidación llegó con la conquista de la ciudad por parte de Jaime I. El monarca se marcó como objetivos favorecer, proteger y controlar la ya entonces célebre producción industrial setabense.
De hecho, Xàtiva llegó a convertirse en la ciudad suministradora de toda la Corona aragonesa.
Sin dejar de existir nunca una producción considerable, la industria ya no encontraría en la ciudad valenciana otro auge en la producción del papel hasta el siglo XIX.
Restos que perduran
De 1820 y 1878 datan dos molinos papeleros en Xàtiva que pudieron ser el contrapunto al crecimiento industrial que experimentaron poblaciones como Alcoy o Banyeres (provincia de Alicante), líderes del sector hasta este siglo.
Fruto sin embargo de la solera en la fabricación del papel que Xàtiva había protagonizado fue, quizá, la creación en 1932 de la factoría papelera de Gregorio Molina, la popular fábrica de San Jorge.
Esta empresa alcanzó una producción que la convirtió en líder en Europa del papel de estracilla y empleó a más de 200 trabajadores.
Lo cierto es que desde el siglo XII y hasta el siglo XIX el papel valenciano se convirtió en el mejor soporte para los documentos más importantes, tanto en Europa como en todo el norte de África.
Y es que la capital de la comarca de La Costera siempre se ha mantenido como una ciudad señorial con un importantísimo pasado.
Con esta excepcional historia ya memorizada, el viajero se presta a iniciar su ruta por una de las ciudades más importantes de la provincia de Valencia. Para visitarla es indispensable disponer de cierto tiempo.
Qué ver en Xàtiva
Cuna de grandes personajes como los Papas Borgia Calixto III y Alejandro VI (con una ruta que recomendamos desde Lugares con historia), o el pintor José Ribera, su monumento estrella es la colegiata, conocida como la Seu, cuya silueta se alza imponente sobre los tejados.
La segunda parada es el Hospital Real, en la misma plaza de la Colegiata. Levantado en tiempos de Jaime I, de la construcción original solo queda la fachada.
El Museo del Almudín, antigua lonja de trigo, está en un edificio del siglo XVI, en el centro del área monumental. La fachada es gótica, pero el patio del claustro contiene columnas jónicas y arcos de medio punto.

Llama la atención el descubrimiento, en el interior del Almudín, del cuadro de Felipe V colgado hacia abajo. ¿El motivo? En respuesta a la masacre que el monarca Borbón llevó a cabo en la localidad tras la batalla de Almansa, que mandó incendiar en 1707.
Con él, Xátiva perdió todos los derechos y privilegios heredados desde los tiempos de Jaime I después de que la ciudad hubiese mostrado su apoyo al bando de los Austrias durante la Guerra de Sucesión española.
El viajero no puede abandonar Xàtiva sin conocer el monumental castillo. Para llegar a él debe subirse por la calzada que lleva hasta la cima del monte Vernissa.
La espléndida fortificación es de origen ibérico y romano, aunque la mayor parte es islámica o gótica. Cuenta con dos cuerpos diferenciados: el castillo Viejo o Mayor, y el castillo Nuevo o Menor, ambos unidos por dobles murallas.
Xàtiva es el corazón de la comarca de La Costera. Y también forma parte de la Mancomunidad de la Costera-Canal. En la actualidad es una ciudad de su tiempo, abierta al futuro con un importante sedimento cultural e histórico. Sin duda, de obligada visita.

Dónde dormir: Hotel Vernisa; C/ Academico Maravall, 1; 46800 Xàtiva (Valencia); teléfono: 962271011.
Dónde comer: MontSant; Subida al Castillo, 35A; 46800 Xàtiva (Valencia); teléfono: 962275081.