Hace alrededor de 3.000 años, un grupo de fenicios partieron desde la actual costa libanesa y navegaron hasta alcanzar el litoral atlántico de la Península Ibérica, para terminar instalándose en tierras de la actual Galicia. Una de las vigencias más contundentes que apoyaría esta teoría se encuentra en las Rías Baixas, en el templo púnico del castro costero de Punta de Muiño, en Pontevedra.
Corría el año 2001 cuando se estaban llevando a cabo los trabajos de construcción del Museo del Mar, en la parroquia viguesa de Santa Eulalia de Alcabre. Durante las obras, salieron a la luz diversas construcciones castreñas de diferentes épocas, las más antiguas de las cuales se dataron en el siglo VI a.C. Las numerosas piezas localizadas entre los restos dan muestra de un asentamiento primitivo que data de finales de la Edad del Bronce.
Punta do Muiño do Vento
Uno de estos castros, ubicado sobre un pequeño promontorio que se adentra en el mar, es el de Punta do Muiño do Vento, donde se han encontrado alrededor de 20.000 fragmentos de piezas que han permitido identificar un nuevo tipo de cerámica bautizada como ‘Potiño Alcabre‘.
Además, entre los hallazgos se cuenta un depósito de hachas de bronce y, en especial, unos pocos ‘cipos’ conservados in situ que evidencian las relaciones de esta parte atlántica con el sur de la Península Ibérica.
El viajero que se acerque hasta Punta de Muiño podrá contemplar una estructura aún en pie que acoge en su interior tres obeliscos y que se relaciona con numerosos restos de cerámicas púnicas supuestamente empleadas para rituales.
Betilos de esta clase y cerámicas (indígenas e importadas) y objetos de adorno de bronce (colgantes, fíbulas…) parecidos han sido hallados en el castro de Toralla, lo que indica que existió otro espacio de culto fenicio en la ría de Vigo.
Este tipo de templos, parecidos a los que pueden verse en Andalucía y Levante, debían haber sido según los expertos santuarios portuarios donde los mercaderes realizaban sus transacciones. Estos edificios tenían, al mismo tiempo, la particularidad de ser fácilmente localizables desde el mar.
El de Punta de Muiño se trata de un poblado castreño que mantuvo su ocupación durante más de 10 siglos. Lo que se desconoce es si su ocupación fue intermitente o continuada. Uno de los elementos más característicos del lugar es la existencia de un ara o altar de planta cuadrangular de origen púnico que confirma las relaciones entre el Mediterráneo y el Atlántico.

Los romanos ocuparon los alrededores del castro con la construcción de salazones, industria pesquera y villas que provocaron el abandono del antiguo emplazamiento. También se han documentado pruebas de la presencia fenicios en las islas Cíes y el asentamiento de Santa Olaia, enclavado hoy a un kilómetro del mar pero que en aquella época formaba parte de una isla.
Galicia es tierra de castros, una construcción consistente en un poblado fortificado celta por lo general prerromana. Uno de los más destacados es el de Santa Tecla, en la provincia de Pontevedra, uno de los poblados celtas mejor conservados, restaurados y estudiados de toda la comunidad autónoma.

Dónde dormir: Hotel Playa Santa Baia; Av. da Atlántida, 121; 36208 Vigo (Pontevedra); teléfono: 986214133.
Dónde comer: O Muiño do vengo; Av. da Atlántida, 154; 36208 Vigo (Pontevedra); teléfono: 986240693.