Este menudo rincón de la provincia de Guadalajara fue el escenario escogido por el monarca castellano Alfonso X el Sabio para crear el Real y Honrado Concejo de la Mesta en el año 1273 mediante unos privilegios que se firmaron en la localidad y crear de esta manera una organización centralizada que garantizaba los beneficios que se derivaban de la ganadería ovina trashumante.
¿Qué era la Mesta?, se pregunta el viajero aficionado por la historia. Se trataba de un gremio o asociación profesional de origen medieval que agrupaba a los ganaderos dedicados a la trashumancia. Desde finales del siglo XII a principios del siglo XIII se denominaba mestas a las asambleas de ganaderos. La trashumancia es un tipo de pastoreo en continuo movimiento, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante.
La Mesta se dividía en cuatro cuadrillas o cabañas (asambleas), que eran las de León, Soria, Segovia y Cuenca, respondiendo a las cuatro grandes cañadas que iban desde el norte hasta el sur peninsular (y, en buena medida, a los centros textiles que se generan al calor de esta actividad)
Parece probable que la Mesta como proyecto existía ya con anterioridad a la fecha de fundación en Gualda por parte de Alfonso X el Sabio, y que lo que hizo el monarca fue formalizar y ampliar las franquicias dadas por sus predecesores al ramo de la ganadería lanar. Durante su reinado (1252-1284), Gualda se convirtió en territorio de caza; aquí estuvo el rey en diferentes ocasiones.

Gualda, que es una pedanía perteneciente al municipio de Cifuentes, es un recoleto lugar en el que el viajero puede pasear por sus casi abandonadas calles, y por donde descubrirá una iglesia parroquial de estilo barroco neoclásico con tres naves (siglo XVIII), y dos ermitas, una dedicada a la Purísima Concepción y otra a San Roque.
Aparte de edificios de estilo religioso, la pedanía está salpicada de otros monumentos que el viajero podrá reconocer de interés como la Fuente de los Cuatro Caños, la Casa de José de Roja (siglo XIX), con reloj de sol y escudo, casonas, un lavadero o la Olma, que preside la plaza frente al ayuntamiento (1722) Testigo de los días de fiesta y de luto de Gualda, su memoria es la de todo un pueblo.
Quien quiera bucear en el pasado más remoto de la pedanía, debe saber que los orígenes de Gualda se remontan al Medievo, al pertenecer a la villa de Atienza desde del siglo XII, y luego a la de Jadraque. En el siglo XV y hasta el año 1812 perteneció su territorio a los duques del Infantado. La Edad Moderna en el pueblo alcarreña estuvo marcada por la pertenencia al señorío del condado de Cifuentes.

La guerra de la Independencia contra los franceses pasó factura a Gualda, y de manera indirecta lo hicieron también las Guerras Carlistas. Tampoco hay mucho más que ver en Gualda; así que el viajero ávido por el pasado y la historia puede seguir viajando por la provincia de Guadalajara. Descubrirá rincones de indudable interés, como la ciudad goda de Recópolis en Zorita de los Canes; o Brihuega, testigo de una cruenta batalla de la Guerra Civil española.

Dónde dormir: La Posada de Durón; Calle Castillo, 4; 19133 Durón (Guadalajara); teléfono: 608252087.
Dónde comer: Restaurante Cuevas Sinagoga; Calle Coso, 1; 19128 Chillarón del Rey (Guadalajara); teléfono: 949357450.
Excelente trabajo, he aprendido bastante sobre España. Me encanta como escudriña la historia.
Hola María,
propósito conseguido si has podido aprender algo más que desconocías.
Gracias por tu apoyo!
Interesante, muy educativo. Gracias
Gracias por tu apoyo!