¿Alguna vez el viajero se ha imaginado en Ibiza? La isla de la fiesta tiene mucho más para descubrir que esas discotecas que cierran a mediodía o los atardeceres a todo volumen. A pesar de que son grandes los grupos de personas que cogen un avión hasta aquí por la música, el ambiente y su gente, lo cierto es que cuenta con bastante más para ofrecer.
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999, el viajero se encuentra ante un espacio de calas idílicas, pueblos con encanto y espacios naturales que dejarán sin palabras a senderistas de medio mundo. Con tanto por ofrecer, ¿quién se querría quedar sin ver este paraíso adaptado a todos?
¿Por qué se debería venir de vacaciones a Ibiza?
Para venir de vacaciones a esta isla de Baleares el viajero solamente tiene que contar con el transporte idóneo que le lleve hasta el destino. Así, con un ferry denia ibiza estará cumpliendo el sueño de muchos, ese que a veces no se ve con la fuerza y las posibilidades de cumplir, y es que son grandes los grupos de personas que desean hacer en algún momento esta escapada.
Los turistas, motivados por el sol, la playa y el clima, encuentran siempre razones para perderse aquí, para hacer de este sitio el lugar que más les gusta del mar Mediterráneo y todo lo que esto significa pero, ¿a qué se debe tanto éxito? A continuación, para que el viajero lo comprenda algo mejor, le dejamos con algunos de sus encantos.

Playas para todos los gustos
Las playas son la razón principal por la que tantos vuelos llegan hasta Ibiza desde cualquier parte de Europa. El azul turquesa de sus aguas se mezcla con el blanco de las arenas para dejar que el viajero pase aquí las tardes y los días completos. Con una marea bastante tranquila, incluso si se viene con niños, se tiene la oportunidad de estar en calma.
Paseos por Dalt Vila
Dalt Vila es la capital de esta isla balear y, como tal, el casco histórico que todos deberían visitar. Sus calles, empinadas como pocas, cuentan con rincones únicos y monumentos que no se ven en ninguna otra parte. Liderados todos por la catedral, si el viajero quiere saber un poco de su historia bastará con un día para entenderlo todo.
Herencia hippie
Si el viajero es de los que ha leído sobre lo que Ibiza supuso para el movimiento hippie seguro que disfruta de la isla como nadie.
La isla, cuna de muchos los que comenzaron sus andadas a principios de los 60, conserva algún rescoldo de lo que esto fue en su día y la manera en la que afectó a toda una generación.
Zonas naturales
En medio de la fiesta que caracteriza a esta isla tenemos zonas naturales que sacarán al senderista que el viajero lleva dentro. Paisaje único para los amantes de la geología, entre los bosques de pinos y esos grandes acantilados existen cuevas que nos cuentan mucho más, que hablan de la vieja pitiusa como ningún otro rincón cuenta.
Como podemos ver, Ibiza no solo es esa isla de discotecas en la que el viajero puede pasar noches enteras sin dormir. Perfecta para conocer otra parte del archipiélago balear que igual nadie le ha contado, con el paso de los años se ha hecho bastante popular esta otra parte que hoy la define también.