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La pista de uno de los objetos de poder que más ha cautivado la imaginación de los aficionados a la historia lleva al viajero a tierras astures en esta ocasión. En concreto al valle de Valdediós, en el término municipal de Villaviciosa. Según el historiador y profesor Javier Martínez-Pinna, la pequeña iglesia de San Salvador de Valdediós, también llamada El Conventín, podría albergar la Mesa de Salomón. Se ubicaría en su parte posterior un espacio oculto, al que no se podía acceder por ninguna entrada, y que en la actualidad es conocido como la Cámara del Tesoro.

Valdediós y su larga historia

Los datos historiográficos coinciden al señalar que el recorrido de la Mesa de Salomón está claramente relacionado con España. Su origen nos lleva a la presencia en el interior del Templo de Jerusalén de un objeto de culto denominado Mesa de los Panes de la Presencia, que según todos los indicios pudo terminar llegando hasta la Península Ibérica en el siglo VI de manos de los visigodos, y otro legendario, asociado a una antigua tradición según la cual, el rey Salomón habría accedido a un alto grado de sabiduría mediante el conocimiento de una palabra secreta, El nombre de Dios, que posteriormente habría grabado sobre la superficie de la mesa para perpetuar su secreto.

A partir de las referencias documentales transmitidas por historiadores contemporáneos a los hechos, como Flavio Josefo o Procopio de Cesarea, además de por evidencias arqueológicas, no harían más que confirmar la presencia de la Mesa en la ciudad de Toledo, justo antes de la caída de la Península Ibérica en manos de los musulmanes en el año 711.

Algunos historiadores opinan que la Mesa y otros objetos nunca tuvieron que salir de Toledo; otros prefieren pensar que fueron escondidos en algún enclave cercano a la ciudad de Jaén, pero según Martínez-Pinna el estudio del destino que tuvieron la práctica totalidad de las reliquias que en su momento estuvieron en manos de los visigodos “me llevó a la convicción de que éstas habían sido trasladadas hacia el norte para buscar cobijo en las montañas asturianas, y más concretamente en el majestuoso Monsacro”. Uno de los muchos lugares que debemos incluir en nuestra lista de escapadas por España.

Esta hipótesis vendría a coincidir con la creencia sobre la llegada del famoso tesoro sagrado de los visigodos hasta tierras norteñas. Se piensa que las reliquias judeocristianas podrían haber llegado efectivamente hasta la montaña sagrada asturiana, pero cabe la posibilidad que las de naturaleza veterotestamentaria, como la Mesa de Salomón e incluso la misma Arca de la Alianza, fuesen trasladas más tarde hasta Santo Toribio de Liébana o a la iglesia de Valdediós.

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La iglesia de Valdediós fue mandada construir por el rey Alfonso III, último representante de la monarquía astur, y por lo tanto custodio del tesoro sagrado de los visigodos. Se consagró en el año 893 por siete obispos, según reza la lápida que se conserva en la capilla lateral sur. Su estructura es de planta basilical de tres naves, cabecera tripartita con capillas de pequeñas dimensiones y dos compartimentos adosados a los muros norte y sur que hacen externamente de falso crucero.

A los pies de la iglesia se abren tres compartimentos que se corresponden con los de la cabecera, y sobre el central se sitúa la tribuna real que recibe directamente la luz de una ventana ajimezada abierta en el frente principal. Las naves, altas y estrechas, se separan por arcos de medio punto sobre pilar de sección cuadrada sin decoración, mientras que las capillas absidiales se separan de las naves por arcos de medio punto que apoyan sobre columnas con capiteles decorados con motivos vegetales. Todos los espacios interiores están abovedados y se conservan importantes restos de pinturas murales.

Resulta curioso asimismo que el rey Carlos V, durante su primer viaje a España, llevó a cabo un extraño y casi inexplicable recorrido que le llevó a visitar tanto El Conventín como Santo Toribio de Liébana, tal vez con el objetivo de recuperar un tesoro que le pertenecía, por considerarse descendiente directo de los reyes merovingios y visigodos.

Javier Martínez-Pinna sabe de lo que habla. Es autor, entre otras obras, de El Nombre De Dios. El Enigma De La Mesa De Salomón o Grandes tesoros ocultos. Su libro más reciente es Operación Trompetas de Jericó, un recorrido en busca del objeto de poder más importante de todos los tiempos, el Arca de la Alianza.

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Dónde dormir: Hotel Casa España; Plaza Carlos I, 3; 33300 Villaviciosa (Asturias); teléfono: 985 892030.

Dónde comer: Restaurante El Tonel; Calle de Manuel Álvarez Miranda, 13; 33300 Villaviciosa (Asturias); teléfono: 985892359.


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