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El monasterio de San Lorenzo de El Escorial es una de las construcciones sacras más imponentes de la Cristiandad. Es una obra que impresiona por sus dimensiones: 89 escaleras, 16 patios, 88 fuentes, 200 puertas, 2.675 ventanas… y alrededor de 7.000 reliquias. Fue lugar de rezo, morada y despacho de Felipe II, el monarca español que durante la segunda mitad del siglo XVI dominó buena parte del mundo conocido y sus territorios se extendían por cuatro continentes.

El Diablo es una referencia muy presente en el origen del propio monasterio. La tradición local ha conservado la memoria que recuerda que, en el solar sobre el que se yergue el cenobio, se encuentra una de las puertas del Infierno. Según ciertas fuentes, el lugar elegido fue una decisión personal del propio monarca.

La leyenda lo atribuye a la supersticiosa creencia de que al levantar un templo emulando al rey Salomón complacía a Dios pues así taponaba un acceso al mundo de ultratumba. La presencia en una de las torres del cenobio de un laboratorio donde se hallan matraces y alambiques destinados a la alquimia, sin duda, contribuyó a rodear el lugar de misterio. El monasterio se asienta sobre un suelo de roca. Abunda el granito, un mineral de alta sensibilidad radiactiva.

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Monasterio de El Escorial./Turismo Madrid Consorcio Turístico

Cerca de la famosa silla de Felipe II, el punto desde el que, según algunos, el rey contemplaba el progreso de las obras del monasterio, se han encontrado vestigios de una piedra que en épocas prehistóricas fue un altar de sacrificios utilizado por los habitantes del lugar, la tribu de los vettones,

En esta zona se sitúa también la leyenda del perro negro. Se dice que un mastín de gran talla, salido de no se sabe dónde, se abalanzó un día sobre la comitiva del rey cuando este se dirigía a tomar asiento en la silla. El animal fue degollado por uno de los guardias. Pasado el susto, durante mucho tiempo la imagen terrorífica del can desasosegó al rey. Junto al macho cabrío o la culebra de viscosa piel, el perro negro ocupa un lugar destacado en el retazo de la iconografía demoníaca como una de las representaciones del Diablo.

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Precisamente, la posible vinculación del Escorial con una de las puertas del Hades y otras tantas historias de similar factura repartidas por el mundo vienen recogidas en un libro de interesante lectura que acaba de publicar su autor. En Viaje a las puertas del infierno: Las entradas ocultas del HadesLa puerta del infierno de El Escorial de la mano de Fermín Bocos 1, el periodista Fermín Bocos (1949), a modo de guía de viajes, realiza un recorrido apasionante por la historia y la cultura del inframundo a lo largo de la historia. Ha recopilado en su libro una serie de remotos rincones de deslumbrante exotismo (como las ruinas de Babilonia o el templo dedicado al diablo en Taisoji, en pleno Tokio), sin olvidar los centros de la cultura y la espiritualidad clásica y cristiana: el lago Averno, Eleusis, la tumba de Dante o el Monte Hermón en el Golán.

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Fermín Bocos se ha recorrido medio mundo para conocer las entradas del Infierno.

Como periodista, Fermín Bocos fue director de los Servicios Informativos de Radio Barcelona y de los de la Cope. En la Cadena Ser dirigió los programas Hora 25 y el Informativo de las 8. Ha sido director del Telediario en TVE, y director de Radio Exterior de España. También fue el primer director de los Servicios Informativos de Telemadrid. Ha sido editor y presentador en los informativos de Tele 5; del programa España a fondo, de CNN+, y de 24 Horas, de RNE; y columnista de Diario 16 , El Mundo y AVUI.

Es autor de las novelas El libro de Michael, El resplandor de la gloria y La venganza de ByronLa puerta del infierno de El Escorial de la mano de Fermín Bocos 2, y de los ensayos, Tecnología bélica y censura en la Guerra del Golfo y EllasLa puerta del infierno de El Escorial de la mano de Fermín Bocos 3. Ahora, nos da más detalles sobre su particular viaje al inframundo:

¿Existe el infierno?
Desde luego. El Infierno son los otros (Jean Paul Sartre dixit)

¿Por qué su viaje al infierno empieza en La Rábida (Huelva)?
Porque según narra el historiador alemán Adolf Schulten en su ensayo Tartessos (recogiendo noticias de Avieno, uno de los grandes viajeros de la Antigüedad), en el promontorio donde se levanta el monasterio onubense de Santa María de la Rábida, situado en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel ( el Cócito, el ‘Río de las Lágrimas’ y el Piriflegetonte, el ‘Río de las Llamas’ citados por Homero en La Odisea) estaba la Puerta del Hades ( El ‘Necromanteion’ de Occidente), antro al que descendió Ulíses guiado por el ciego Tiresias….También el historiador británico Robin Lane Fox, en un ensayo reciente (Héroes viajeros) se hace eco de tan sugestivas noticias… Sabido todo esto, la curiosidad periodística hizo el resto.

¿También tenía El Escorial una entrada al infierno?
Sí. Una corriente historicista hace suya la noticia (tal vez leyenda) que asegura que el emplazamiento elegido por el rey Felipe II (apodado por los historiadores ingleses como El Diablo del Mediodía) para levantar el monasterio de San Lorenzo de El Escorial era un lugar en el que una tradición muy antigua situaba una Puerta del Infierno. La secreta afición del monarca a la alquimia y la colección de libros raros, algunos de contenido esotérico, que atesora la famosa Biblioteca del monasterio, le presta cierto morbo a esta historia.

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Bocos nos traslada a puertas del inframundo como el lago Averno o la tumba de Dante.

¿Qué viaje histórico le ha impactado más?
La experiencia más placentera, incluso más trascendente y enriquecedora fue la estancia en Monte Athos. Como relato en el libro, es acceder a otro mundo. Un mundo donde las prisas han sido canceladas…, los monjes viven con arreglo a una norma dictada hace mil años por un emperador de Bizancio…, rezan y trabajan (iluminando códices antiguos, pintando iconos, cultivando las huertas…) y su vida está orientada a la búsqueda de la sencillez y la armonía en pos de la ataraxia, la imperturbabilidad… Ya digo que fue una experiencia única. El reverso de la estresante vida, en mi caso, de periodista.

¿Y su experiencia viajera más desagradable?
El descenso al Necromanteion, el antro en el que según la tradición homérica estaba situado el Oráculo de los Muertos. Está en Éfira, al norte de Grecia. Es un lugar angosto y un punto repulsivo… Permaneció sellado durante siglos…, fue excavado por el arqueólogo Sotiris Dakaris en 1958. Está bajo un cementerio. Descender por los escalones por los que Odiseo se adentró en el Hades para consultar a los muertos: Agamenón, Aquiles, Ayax, Anticlea, su madre,… la verdad es que impresiona. El efecto de incomodidad que genera el lugar seguramente tiene que ver con el olor: oscuridad, humedad, olor a sangre (arena colmatada por la sangre de los miles de animales sacrificados para honrar a los muertos)…


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