Jauja no es jauja. Jauja es un pueblo de apenas un millar de habitantes situado en la frontera entre Córdoba y Sevilla que poco o nada se diferencia de cualquier otro de Andalucía. Nada que ver, por tanto, con el imaginario lugar que Lope de Rueda describe en La tierra de Jauja, el paraíso donde a la gente le pagaban por dormir, los árboles daban buñuelos en vez de fruta y las calles estaban pavimentadas con yemas de huevo. La Jauja cordobesa (que rivaliza con la otra Jauja, la de Perú, mayor y más conocida por ser la verdadera del cuento) es un poblacho andaluz ni mejor ni peor que todos los de su tamaño.
En la pequeña aldea cordobesa, un remoto lugar perdido entre olivares a la vera del río Genil a 30 kilómetros de Lucena, los nativos no tienen duda alguna de que el refrán se refiere a ella. Razones esgrimen: el carácter español de los alimentos que se mencionan en la obra de Rueda (mazapanes, pollos, capones, perdices, requesones untados en miel, merengues y natillas que se funden con lonchas de tocino, mantecadas y buñuelos), y sobre todo, la condición andaluza de Lope de Rueda, cuya vida transcurrió entre Sevilla, donde nació, y Córdoba, donde murió.
En su obra, Rueda no da ninguna pista geográfica precisa; al contrario, la tierra que describe es tan fabulosa que difícilmente podría tener una concreción real. En La tierra de Jauja, Lope de Rueda nos habla de un lugar en la que a la gente se le paga por dormir, se castiga a los que trabajan, hay un río de miel y otro de leche, las calles están pavimentadas con yema de huevo… En la tierra de Jauja todas las maravillas son posibles, puesto que todas nacen de la imaginación.

En la pedanía de Jauja, a pesar de ello, los vecinos insisten en que es la auténtica de la leyenda y para demostrarlo, aseguran que en el pueblo hay dos arroyos que cruzan el caserío y, aunque no lleven leche y miel como en aquel, sí son de color blanco, uno, y marrón terroso, el otro.
La pedanía se asienta en un meandro del río Genil cuyo vado, salvado ahora por un puente y vigilado por una aceña en ruinas, le dio su nombre original: Xauxa, que en árabe significa vado, pasadizo o portillo, ya que su ubicación era el punto utilizado por los árabes para conectar Granada con las llanuras de Écija. El cultivo del olivar, que cubre el paisaje entero, ocupa su vecindad. Hay también un par de industrias que mantienen la economía.
Más bien escasos son los reclamos patrimoniales que tiene Jauja para despertar el interés del viajero. La iglesia parroquial de San José (siglo XVIII) y las lagunas Amarga y Dulce, a 9 kilómetros del pueblo, son lo más destacado. Aquí podemos encontrar distintas especies de aves acuáticas, en especial del pato malvasía.
En lo que se refiere a la arquitectura de las viviendas, un paseo por las calles del pueblo permiten ver todavía las pequeñas casas con la cal y la teja como elementos característicos. Otros dos lugares de interés para visitar son la Noria y la Aceña árabes.

Jauja también es conocida por la leyenda del bandolero andaluz más famoso. El célebre Tempranillo nació aquí, en una humilde casa que todavía se mantiene en pie, con una placa alusiva sobre la puerta, en el año 1805 y aquí fue bautizado, en la iglesia parroquial de San José, con el nombre de José María Pelagio Hinojosa Cobacho antes de que se emboscara por estas sierras impenetrables huyendo de la justicia tras haber dado muerte a un hombre cuando aún era un adolescente. El pueblo tiene el Centro Temático de Bandolerismo Romántico ambientado en dicha ruta.
La ruta de los bandoleros por tierras andaluzas llevan al viajero irremediablemente a Sierra Morena y Ronda, uno de los destinos asociados al romanticismo que inspiraron los propios bandoleros, toreros y bellas mujeres del siglo XIX, algo que atrajo a artistas e intelectuales de todo el mundo como Ernest Hemnigway o Federico García Lorca.

Cómo llegar: Desde Sevilla cogemos la A-45 dirección Málaga. Nos salimos de la autovía en la salida 56 Lucena Norte-Puente Genil y entramos en la A-318 dirección Puente Genil. A unos 5 km entramos a la izquierda en la A-3131 dirección Jauja y a 15 km llegaremos.
Dónde dormir: Cortijo Las Rosas; Carretera Monturque Montilla Km. 5.5; Ap. Correos Nº 69, 14940 Cabra (Córdoba); teléfono: 619010520.
Dónde comer: Trama y Azahar, 1; Calle Vado del Moro, 2; 14940 Cabra (Córdoba); teléfono: 957524924.