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Lo primero que contempla el viajero cuando arriba a Mallorca es la majestuosa silueta de la catedral de Mallorca que preside la ciudad. El templo se asienta en una pequeña elevación, donde los romanos fundaron el primer núcleo urbano en 123 antes de Cristo.

Entonces, esta zona era una marisma ocupada por algunos pequeños poblados talayóticos. A los pies la colina desembocaba un torrente que formaba una cala que se aprovechó como puerto. 

Durante siglos, por donde hoy se encuentra el paseo del Born bajaron las avenidas de agua. A veces con tal fuerza que ocasionaban auténticas catástrofes. Por ello, los palmesanos finalmente desviaron el curso de Sa Riera hacia el exterior de las murallas, donde sigue todavía.

Monumento Histórico-Artístico

La Catedral de Mallorca es la construcción más importante de la isla. Declarada Monumento Histórico Artístico desde 1931, nos encontramos ante una obra arquitectónica que poco tiene que ver con lo que hayamos visto antes. Protagonista de muchas piezas literarias, resulta impactante tanto para los románticos como para quien está de paso.

“No creo que se pueda admirar un templo que con mayor simplicidad de medios llegue a la más alta belleza” fueron las palabras con las que el pintor Santiago Rusiñol le dedicó la primera vez que la tuvo delante. Atónito con lo que acababa de ver, la hizo protagonista de su libro La isla en calma (1912).

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Resulta recomendable comenzar cualquier visita a la ciudad por su monumento más destacable. El viajero puede contratar visitas guiadas para conocer más a fondo la historia de la seo, sus curiosidades y su terraza.

Templo para fieles

Con casi 800 años de historia, el edificio no se levantó por casualidad. Jaime II de Mallorca, que tras la conquista de la Corona de Aragón se pasó mucho tiempo navegando por el mar, tenía claro que, de salvarse, construiría un templo para aquellos fieles que habían confiado en él durante la guerra. Hoy, como vemos, sigue en pie.

La catedral preside el barrio de Canamunt. La Vila d’Amunt (‘ciudad alta’) sigue siendo la zona aristocrática de Mallorca. La catedral representaba así el espíritu de la Palma más señorial. Anteriormente, en el mismo emplazamiento se levantaba la mezquita mayor de Medina Mayurka, la capital musulmana.

Las primeras obras se iniciaron en el siglo XIV, y la construcción del templo se prolongó durante varios siglos. La catedral de Mallorca destacó siempre por una característica única. Se reflejaba en el mar, que lamía entonces el borde de las murallas medievales.

En el siglo XVI, el cinturón defensivo se avanzó unos metros más hacia adelante, pero la seo seguía espejándose en las olas. En los años sesenta del pasado siglo, cuando se construyó el Passeig Marítim, se perdió aquella singularidad.

De estilo gótico mediterráneo

El edificio es una de las mejores muestras del gótico mediterráneo, y ocupa un espacio enorme: 110 metros de longitud y 40 de ancho. El gran rosetón, que en el mes de febrero proyecta su sombra coloreada en la pared de enfrente con una exacta simetría, tiene el mismo tamaño que un piso medio: 90 metros cuadrados.

Elementos destacables de la seo son sus tres portales, sobre todo el del Mirador con algunas esculturas de Guillem Sagrera, el autor de la Llotja. La torre, de gran tamaño, fue el escondite de fugitivos y asilados durante siglos.

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La Catedral de Mallorca es un gran ejemplo del mejor gótico europeo./ hans

Reformas de Gaudí

En el interior destaca la anchura de su nave central; conviene fijarse en los elementos modernistas que Antonio Gaudí introdujo en el templo. El baldaquino que cuelga sobre el altar mayor es una maqueta. 

La catedral cuenta con 18 capillas. En la de la Trinitat se contemplan los sepulcros de los reyes de la dinastía de Mallorca: Jaume II y Jaume III. Merece la pena visitar el Museo Catedralicio, que nos permite conocer el claustro y la sala capitular. En el subsuelo de la seo, lleno de criptas y enterramientos, han aparecido restos romanos.

Nombres de las nueve campanas

La Catedral de Mallorca contiene nueve campanas, pero lejos de que el número sea digno de comentarios, lo que gusta es que cada una de ellas tiene nombre propio.

Sa Nova, Na Mitja, N Eloi (pesa más de 5.000 kilos), Na Bárbara, Na Tércia, Na Picarol, Na Matines, Na Prima y N Antonia fueron las grandes elegidas para su bautismo.

Mausoleo Real

Jaime II de Aragón tiene en este santuario su propia capilla. Templo de oración durante décadas para los fieles, se hizo fundamental que aquí yaciese el rey y que, tiempo más tarde, también albergó los del conocido Jaime III.

La Catedral de Palma de Mallorca es un monumento que no nos podemos perder. Su interior, lleno de turistas que vienen a visitarla durante todos los meses del año, es uno de los sitios más especiales que tenemos en la isla. Grupos como esta empresa conocen bien su historia y ofrecen visitas guiadas para conocer todo sobre ella.


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