Castellón de la Plana es una ciudad prudente, con el tamaño justo para que sea abarcable. Aparte de la plaza Mayor, el noble foro de la ciudad y donde se diseminan Ayuntamiento y concatedral, le merece la pena al viajero visitar otros lugares de interés como el Teatro Principal, el convento de capuchinos o el casino antiguo (modernista, 1922).
Precisamente, el casino es uno de los reclamos turísticos de Castellón. El edificio contiene diferentes habitaciones, entre ellos una importante biblioteca, salón de juegos, o la sala lectura y de reuniones, así como un bello jardín exterior.
En 2014 se celebró su bicentenario. Ocho años después, es un buen momento para repasar la historia que hay detrás de este recinto cuya institución fue fundada en el 1814.
El crecimiento de Castellón
Al dar comienzo el siglo XIX en Castellón se produjo un cambio notable. De hecho, ya llevaba tiempo experimentando una situación que no tardó en evidenciarse: la cifra de habitantes se multiplicó por tres.
Debido a que cada vez había más vecinos en la urbe, también aumentaba el número de reuniones de carácter social, así como de actos festivos. El barón de Benicássim, junto a otros ciudadanos ilustres de Castellón, decidieron constituir una asociación que rápidamente se convertiría en emblema de la zona: el Casino de Castellón.

Con el paso del tiempo fueron en aumento los actos de tipo cultural que se organizaban en sus instalaciones, que cada vez aglutinaban a una mayor cantidad de lugareños. El incremento del número de socios obligó a ampliar un edificio que fuese más amplio y cómodo.
Nuevo edificio modernista
En 1865 se decidió pasar a la acción, cuando el casino se trasladó a un edificio que por aquel entonces era conocido bajo el nombre de Palacio de Francisco Tirado. No fue hasta 1923 cuando el inmueble se remodeló por completo.
El cambio que experimentó fue espectacular. Así hasta 2003, cuando se hizo una importante reforma. Se llevó a cabo un trabajo impecable que no era sencillo, ya que se pretendía mantener el estilo propio que tanto gusta a los castellonenses y a los turistas que se dejan ver por la ciudad.
Atrás quedan los tiempos en los que los amantes de los juegos de casino se veían obligados a acudir presencialmente a este tipo de locales para disfrutar de su afición. Hoy en día existen muchas alternativas telemáticas. Un claro ejemplo es el de la ruleta en vivo, que ofrece la misma experiencia que la de los casinos físicos, pero con la comodidad de estar cada jugador en su propia casa.
La historia de Castellón
En Lleida, a 8 de septiembre de 1251, Jaime I El Conquistador, educado en Monzón (Huesca) por los cabellemos templarios, extendía un documento por el que autorizaba a Ximén Pérez de Arenós, su lugarteniente en el reino de Valencia, a trasladar la villa de Castellón desde su emplazamiento originario al lugar de la llanura que le resultase como más apropiado.
El hijo y sucesor de Jaime I, Pedro III el Grande, desde Barcelona, a 7 de febrero de 1284 otorgara a la villa de Castellón la facultad de autogobernarse mediante la concesión del derecho a poseer sus propios órganos municipales.