Las obras de construcción de la línea ferroviaria AVE entre Madrid y Valencia depararon un sublime hallazgo paleontológico en 2007. Nada menos que Lo Hueco, uno de los yacimientos de fósiles de dinosaurios más importantes de Europa Occidental. Hace 70 millones de años, durante la época final del Cretácico superior, habitaron por estas tierras de Cuenca temibles saurópodos del grupo de los titanosaurios gigantescos, acorazados, que podían pesar hasta 30 toneladas. Casi nada. Bienvenidos a la Pompeya de los paleontólogos.
Los intensos trabajos de excavación arqueológica han permitido hallar en este yacimiento sito en el término municipal de Fuentes (a 15 kilómetros de la capital) cerca de 8.000 fósiles de dinosaurios: también, dos grupos de terópodos, posiblemente dromeosaurios, de menor tamaño, ágiles y grandes depredadores, y un anquilosaurio; así como de cráneos de cocodrilos, fragmentos de restos esqueléticos y vestigios de otros reptiles, como caparazones completos de tortugas. En total, restos de ocho géneros de dinosaurios, con claro predominio de saurópodos titanosaurios.

Lo Hueco era una zona de canales arenosos, bañada por aguas dulces y saladas, que se situaba muy cerca de la costa en aquellos momentos. Europa era un gran archipiélago, formado por numerosas islas. La Península Ibérica se hallaba en una posición más cercana al Ecuador y el yacimiento de Lo Hueco se encontraba en la latitud 31ºN, al sur del 40ºN actual. Abundaban las plantas con flores, que podrían haber constituido el principal alimento para los saurópodos analizados, que eran parecidos a los diplodocus, aunque más esbeltos y vegetarianos.
En algún momento de la evolución planetaria, los restos de estos dinosaurios quedaron atrapados en una zona muy definida de aquellas tierras emergidas, que han salido a la luz y podemos disfrutar de su historia. Los arqueólogos se hallaron con un paraíso sobre el terreno: descubrieron columnas vertebrales con todo el sacro montado, restos de cráneos, mandíbulas, garras de saurios,… y más de 60 fémures de titanosaurios, diez esqueletos casi completos…; un yacimiento único en el Viejo Continente.
El conjunto de Lo Hueco forma un triángulo del Cretácico junto a los yacimientos de Las Hoyas (a 20 kilómetros) y el de Portilla (a 30 kilómetros) Difícil resulta encontrar muchos lugares similares, con espacios tan singulares y a tan escasa distancia. Las Hoyas es de hace unos 130 millones de años, y aquí se han hallado fósiles de dinosaurios primitivos como Pelecanimimus, o alados como Concormis o Iberomesornis (de sólo 10 centímetros), que no han aparecido en ninguna otra parte del mundo. Hasta el hallazgo de Lo Hueco, Las Hoyas era el mejor yacimiento español de dinosaurios del Cretácico inferior (más de 100 especies de animales y plantas, nueve de ellas desconocidas en el resto del mundo)

Lo Hueco es de unos 50 millones después; casi, casi, de los últimos dinosaurios. Tiene el elemento de atracción, de espectacularidad, que le falta a Las Hoyas. En el tercer vértice de Portilla hay miles de fragmentos de cáscaras de huevos de dinosaurio, con toda probabilidad de los mismos saurópodos titanosaurios. La preservación exquisita de los huesos permite investigar el crecimiento de dinosaurios, como los titanosaurios, que nunca se habían estudiado.
La evolución de nuestros ancestros ha deparado muchos lugares con historia diseminados por la Península Ibérica que el viajero amante por el pasado pretérito está obligado a conocer de algún modo. Si de dinosaurios hablamos, resulta de obligada visitar conocer el norte territorial, en concreto el litoral asturiano, donde se podría hacer un ruta por la costa de los dinosaurios. Si el viajero opta por trasladarse a la Meseta, podrá conocer, en el Cerro de los Batallones, cómo era el Madrid de hace millones de años atrás.

Dónde dormir: Casa Rural Los Palancares; Calle San Juan, 6, 16193 Fuentes (Cuenca); teléfono: 606442074.
Dónde comer: Los Cazadores; Calle Juan Martínez de Medina, 1; 16193 Fuentes (Cuenca); teléfono: 969257073.