Un recorrido a pie de cuatro días a lo largo de los 45 kilómetros de sendero conocido como el Camino Inca llevará al viajero hasta un lugar impresionante. Oculta bajo la vegetación de la selva, la antigua ciudad de Machu Picchu, en el actual Perú, pasó desapercibida para los extranjeros durante 400 años, hasta que los campesinos de la zona llevaron a Hiram Bingham hasta allí en 1911.
Una vez se retiró la vegetación, quedaron al descubierto unas doscientas casas y templos de pesada roca granítica colocada con precisión, además de unos complejos sistemas de riego y campos de siembra en terrazas. Todo aquello se había levantado con muy pocas herramientas, pero también con un conocimiento preciso de los principios científicos.
Hoy en día, es tanta la gente que desea ver las maravillas de Machu Picchu que el Gobierno peruano ha limitado el número de visitantes para proteger este lugar histórico único.
Machu Picchu es quizá la parada más esperada del gran Camino Inca. Esta red de rutas recibe el nombre de Qhapaq Ñan (‘Camino Real’ o ‘Gran Camino’) en quechua, la lengua de la civilización inca, que dominó Perú en los siglos XV y XVI. Estos caminos, trazados por el Imperio inca en los siglos anteriores a la conquista de los españoles en 1532, se construyeron sobre unos senderos preincaicos de hace unos 2.500 años.

Este sistema sudamericano de caminos unía Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Desde Cuzco, capital del Imperio inca, los caminos partían en las cuatro direcciones para llegar a todos los lugares de su territorio. Un camino principal de norte a sur discurría por las tierras altas de los Andes. Otra ruta costera similar se unía con el primero por medio de una red de caminos secundarios.
Machu Picchu es uno de esos viajes que hay que hacer al menos una vez en la vida. Te marcan para siempre. Se trata de una de las nuevas maravillas del mundo que deben verse con sosiego, disfrutando de cada rincón. Pero para viajeros que no disponen de mucho tiempo surge la opción de realizar el Tour Machu Picchu 1 día desde Cuzco; 16 horas, para ser más exacto. Puede viajar a bordo del tren turístico Vistadome o Expedition y recorrer la ciudad perdida de los incas en servicio privado y con todo incluido.
Montaña Huayna Picchu
Como telón de fondo de la ciudad perdida de los incas se alza el macizo rocoso de Huayna Picchu, de 2.667 de altitud. Situado en la cordillera central de los Andes peruanos, aparece en todas las fotografías panorámicas de los restos arqueológicos. Hay que decir que esta montaña también cuenta con sus propios vestigios del pasado.
El Huayna Picchu es la montaña de menor tamaño y la montaña de mayor tamaño es el Machu Picchu, que da el nombre al valle y a la ciudadela de origen inca.
Puerta del Sol
A Machu Picchu se accede por la Puerta del Sol. Llamada Inti Punku o Intipunku, se encuentra a 2.745 metros sobre el nivel del mar, a un lado de la montaña inca. Por su remota y estratégica ubicación, se cree que Machu Picchu solo daba la bienvenida a personas invitadas y seleccionadas de la élite del Imperio.

Dedicada al astro rey, durante el solsticio de verano, el sol aparece en la ciudad inca por la Puerta del Sol. Era un lugar amplio, estratégico y sagrado. Desde aquí se observa una excepcional panorámica: Machu Picchu, el rio Urubamba, la montaña Huayna Picchu y alrededores.
Museo de Sitio Machu Picchu
No puede el viajero abandonar tan mágico lugar sin visitar su Centro de Interpretación. Se encuentra en el Km. 112 Puente Ruinas (la antigua estación de tren), casi a 2 km de Aguas Calientes, al pie de la montaña de Machu Picchu. Se llega a él atravesando el puente del río Urubamba en dirección a Machu Picchu.
Alberga unos 250 objetos incaicos, entre artículos de piedra, metales, cerámicas, huesos y otros, encontrados en Machu Picchu, el camino Inca y alrededores. La colección de objetos también contiene herramientas agrícolas, qupanas (arados), hachas, cuchillos, herramientas de caza, de uso militar y otras con fines ceremoniales.
Puente Inca
A más de 3.700 metros de altitud, a unos 110 kilómetros al sudeste de Cuzco, en el distrito de Quehue, provincia de Canas, se alzan suspendidas, por encima de las aguas del río Apurímac, seis gruesas cuerdas a ambos lados de un desfiladero. Se trata del Q’eswachaka (‘puente de cuerda’ en quechua), el último puente inca del mundo.
Parece que de un momento a otro se vaya a resquebrajar, pero es una espléndida obra de ingeniería andina de 28 metros de largo y 1,20 de ancho que está declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. De obligada visita en Perú.

Como ves, el tour es una de las experiencias más completas que puedes obtener por un buen precio. No solo incluye todos los servicios necesarios para poder visitar un lugar tan mágico como es el Machu Picchu, sino que además, te permitirá conocerlo en profundidad, disfrutándolo así al máximo.
Con los servicios de desplazamiento y demás comprendidos dentro del paquete del todo incluído no habrá ni una sola experiencia que se te escape, aprovechando al máximo ese día. Todo está pensado para que las distintas actividades turísticas se desarrollen a la perfección, sin contratiempos ni molestias de ningún tipo.
Visitar Machu Picchu es el sueño de miles de personas, quienes viven enamorados de su historia, la cultura, el paisaje y todo lo hermoso que lo rodea. Tanto actual, como antiguo. Por tanto, en un viaje de este tipo, no se puede dejar nada al azar: la ciudad inca te espera para que la explores, visites las zonas más llamativas y puedas ver así una de las maravillas del mundo. Un plan que, sin duda alguna, muchos tacharán de su lista de ‘cosas pendientes por hacer’ tras acabar el tour guiado.
