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Una épica obra de la ingeniería del siglo XIX y que ha cambiado la historia de la navegación mundial y las relaciones comerciales. La construcción del Canal de Suez, el más largo del mundo (su longitud alcanza los 163 kilómetros) es el eje central del último libro de la escritora valenciana María José Rivera, Eres la luz de mis ojosMª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 1 (publicado por Casiopea Ediciones), una novela histórica por la que discurren personajes como la emperatriz española Eugenia de Montijo, los escritores Gustave Flaubert y Fiódor Dostoievski o el científico Louis Pasteur. Eres La Luz de mis ojos es también un libro de viajes, cuya lectura conduce a una época de glamour ya desaparecida marcada por el ferrocarril, los barcos a vapor y el telégrafo.

María José Rivera Ortún es doctora en Matemáticas por la Universidad de Valencia y Catedrática de Matemáticas en la Politécnica de Valencia. Su primera novela, Harmattan, fue finalista del X Premio de Novela Fernando Quiñones 2008. Le siguieron Noches de ObonMª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 2 (2013) y Luz de los muertos (2015) Ahora se atreve con la novela histórica. Y apunta buenas formas.

Mª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 3
El nuevo libro de María José Rivera.

¿Qué se va a encontrar el lector que descubra Eres la luz de mis ojos?
Va a encontrar una época llena de cambios, con la Revolución Industrial que trajo locomotoras, navegación a vapor y bicicleta, teléfono, gramófono y telégrafo, máquina de fotos y cinematógrafo, vacunas, aspirina, anestesia y  pasteurización, bombilla y máquinas. Porque  hasta que llegó el siglo XIX, pocos de los logros de la ciencia habían podido mejorar substancialmente la vida de las personas. Y al socaire de los cambios industriales y técnicos, llegaron otros cambios: sufragio universal, emancipaciones de todo tipo, movimiento obrero, feminismo, abolición de la esclavitud en buena parte del mundo y viajes, muchos viajes, viajes más cómodos, viajes que cada vez estaban al alcance de más personas. Con los viajes se tuvo conciencia de que  a gran escala nuestro planeta es mucho más pequeño de lo que parecía y a pequeña escala mucho más diverso, sorprendente y variado de lo que antes se creía. Y no olvidemos nunca que el hombre recurre al viaje no solo por ambición, sino también para saciar su incontenible curiosidad y, por qué no, su sed innata de aventuras. El mundo está ahí, al alcance de la mano, solo hay que descubrirlo, monte a monte, glaciar a glaciar, selva a selva, desierto a desierto, isla a isla, pueblo a pueblo, especie a especie, mañana quizás estrella a estrella. Pues bien, todos esos cambios se concentraban en una obra monumental: la construcción del Canal Suez.

¿Qué ha supuesto el Canal de Suez para la historia de las relaciones comerciales?
Piense en lo que sería el comercio de Europa con China, India y Japón sin el Canal de Suez, dos veces más largo, más caro, más inseguro y más peligroso. Piense cómo llega a Europa el petróleo del Golfo Pérsico. Casi el 8% del comercio marítimo mundial pasa por el Canal de Suez, bastante más que por el Canal de Panamá.

El mundo en el que ahora vivimos, ¿sería el mismo sin esta gran obra de la ingeniería?
Es imposible pensar que el istmo de Suez no se hubiera roto antes o después, pero no mucho después. Durante milenios fue muy deseado, ya desde la época de los faraones, y con la dominación persa de Egipto, y durante la ocupación romana, luego con Napoleón. Pero tuvo que llegar la Revolución Industrial para que fuera posible. Como dijo Víctor Hugo, no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo. En la segunda mitad del siglo XIX al Canal de Suez le había llegado su tiempo.

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Y ahora está de aniversario (el Canal)…
Es curioso, pero cuando escribí la novela no hice cálculos, fue la editorial quien se dio cuenta. Porque un 17 de febrero de 1867, hace ahora 150 años, por primera vez una barca cruzó el Canal desde Port Said hasta Suez,  con Ferdinand de Lesseps a bordo. Y lo hizo casi a escondidas en un pequeño barco del que ni siquiera conocemos su nombre. Eso sucedió dos años antes de la inauguración oficial del Canal, que tuvo que retrasarse a 1869 por razones políticas. La Guerra Franco-Prusiana estaba a las puertas.

Mª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 4
La escritora valenciana es también doctora en Matemáticas.

En la historia del canal y en su novela aparece un personaje relevante de nuestra historia ¿Que relación mantuvo Eugenia de Montijo con Suez?
Doble. Por una parte no cabe duda de que ayudó a que el proyecto saliera adelante, como familiar lejana de Ferdinand de Lesseps y como emperatriz de Francia. Además el Khedive Ismail, virrey de Egipto, estaba prendado de ella. Y por otra parte, ella fue la protagonista absoluta de la ceremonia de inauguración. Ismail la agasajó de una manera fastuosa. Fue el canto del cisne de Eugenia, ya que poco después Francia perdería la guerra contra Alemania, Napoleón III dejaría de ser emperador y ella emperatriz. Se habla mucho de Eugenia de Montijo y el Canal de Suez, pero en realidad los protagonistas fueron otros.

Usted es doctora en Matemáticas. ¿Combinan bien los números con las letras en su caso?
Creo que sí, aunque a estas alturas  el mundo académico aún no acaba de creer que vaya en serio. Noto alrededor una cantidad enorme de desconfianza, o peor aún de prejuicios. Quienes empiezan a leer la novela cuando la terminan, porque quien la empieza la termina, me dicen con asombro, “¡oye, que está muy bien!”. No sé que esperaban, me temo lo peor. Fuera, las cosas son distintas.

¿Qué tiene la novela histórica que atrae a tanto lector en nuestro país?
Nuestra infancia está plagada de personajes, algunos reales y otros ficticios, de la novela histórica (también de aventuras). Son los primeros, los ejemplos en una edad que precisa de mitos: el Cid, el rey Arturo, Sinuhé,  Ivanhoe, Miguel Strogoff, Guillermo Tell, los Tres Mosqueteros… Magníficos, los más valerosos, los de generosidad extrema, los héroes. Después descubrimos sus claroscuros: Yo, ClaudioMª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 5, de Robert Graves; la trilogía sobre Alejandro Magno de Mary Renaud; Memorias de Adriano, de Marguerite Youcenar; una biografía de María Antonieta y otra de María Estuardo de Stefan Zweig; Guerra y pazMª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 6, de Tolstoi; el personaje Alatriste de Pérez Reverte… Y si elegimos bien, porque en novela histórica como en todo hay mucho malo, estos no tan perfectos todavía nos resultan más atractivos. Y cuando queremos darnos cuenta estamos atrapados por el placer que nos produjo en el pasado la experiencia de su lectura. Pero cuidado, la verdad de la novela histórica no es la verdad de la historia. Para aprender historia hay que estudiar Historia.

¿Valoramos lo suficiente la rica historia de España?
No, y esa es otra ‘historia’. Tenemos una tendencia innata a la autoflagelación, somos derrotistas, y aunque motivos no faltan, otros países de nuestro entorno no han reaccionado de la misma manera. En Inglaterra están orgullosos hasta de sus piratas y corsarios, y Francia sigue mirando a Versalles con más admiración que crítica.

¿Qué periodo considera más trascendente en la historia de nuestro país?
La Edad Media; mejor dicho, la Reconquista. Siglos y siglos luchando por una identidad heredada de Roma es una obra titánica. Nuestros antepasados tuvieron una paciencia y un tesón infinitos. Nadie se merece más ser europeos que nosotros.

Si tuviera que destacar un lugar con historia de nuestro territorio, ¿cuál sería?
Hay muchos, pero elijo el Monasterio de Santo Toribio en tiempos del Beato de Liébana (Cantabria) Su aprovechamiento del Apocalipsis de San Juan como medio de propaganda política de cara a la Reconquista y su elección de Santiago Apóstol para liderar la empresa me parecen de una perspicacia extrema.

¿Qué época de nuestro pasado escogería para escribir un libro?
Los temas de los libros no se escogen, se van construyendo poco a poco por multitud de factores, al menos eso es lo que me pasa a mí. Jamás pensé en escribir una novela histórica y ya ve, me ha salido Eres la luz de mis ojos.

Mª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 7
Largas travesías en barco han acompañado la historia del Canal de Suez.

¿Y un escenario histórico?
No hay escenario histórico al margen del argumento. Todo depende de lo que se quiera contar. Pero no me interesan las guerras ni los reyes ni los que mandan, sino la aventura humana, sobre todo la del saber. Y la construcción del Canal de Suez está en esa línea.

¿Viajar es un placer?
El mayor de los placeres.

De los lugares que ha visitado, ¿cuál ha sido el que más le ha marcado?
No me haga elegir uno, por favor: Varanasi, el Sáhara y sus oasis, el archipiélago de Chiloé y sus iglesias de madera, toda Grecia, toda Italia, pero sobre todo el sur… A veces no es por el lugar en sí, sino por las vivencias que uno ha tenido. O por el estado de ánimo.

¿Qué lugar le gustaría visitar?
¡Hay tantos que me faltan! Las islas Galápagos, Jerusalén, Damasco, Saigón, Islandia…

¿Qué lugares recomendaría para visitar sobre todo por su historia?
Egipto entero. Y ya metidos en África, seguiría hacia el sur y me olvidaría de la historia.

Si como lector aficionado por la historia y los viajes te ha parecido interesante esta entrevista, puedes conocer mejor a su autora este fin de semana en la Feria del Libro de Valencia. María José Rivera firma ejemplares de su libro en Fnac (C/ Guillem De Castro, 9-11) a partir de las 19 horas, y el sábado en el stand de Fnac en la Feria (Jardines de Viveros) de 12 a 14 horas. Si estás por la capital del Turia o alrededores, yo no me lo pensaría.

Mª José Rivera: "La verdad de la novela histórica no es la verdad de la Historia" 8


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