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Más de 50 palacios daban hace un siglo distinción y elegancia a la mayor vía de Madrid, el eje Prado-Recoletos-Castellana. Por desgracia, la modernidad y la especulación acabaron con muchos de ellos, y su memoria apenas hoy se recuerda. En Lugares con historia hacemos un esfuerzo para rememorar ese hermoso pasado. En su origen, entre los emblemáticos paseos del Prado, Recoletos y la Castellana llegaron a contabilizarse más de medio centenar de palacios y palacetes de los que solo quedan ocho en pie. La mayoría dejó lugar a edificios modernos, como las Torres de Colón.

Desde la plaza de Cibeles, el eje se extiende al sur, por el paseo del Prado hasta la Glorieta de Carlos V (Atocha) y, al norte, por el paseo de Recoletos hasta Colón, y por la Castellana hasta la plaza Castilla. Elegida por las clases altas para ubicar en ella sus ostentosas residencias, el área ha mutado sustancialmente hasta convertirse en el centro artístico, financiero y político de Madrid.

Su urbanización comenzó en el siglo XVIII, y fue el Conde de Aranda quien impulsó el proyecto de creación del bautizado como ‘Salón del Prado’. Se pretendía desarrollar un espacio ajardinado que incluyera fuentes y que sirviera de esparcimiento para los madrileños.

El que hoy es el bulevar más elegante de la ciudad, el paseo del Prado, no era en el siglo XVIII más que un conjunto de huertas y una pendiente que terminaba en el lecho del arroyo de Valnegral, riachuelo que salía a la superficie desde los pinares de Maudes. La transformación de esta área madrileña tuvo lugar durante el reinado de Carlos III.

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Fuente de Cibeles, situada en la plaza madrileña del mismo nombre./Carlos Delgado

El monarca impulsó un proyecto de jardines y fuentes en el que se comenzó a trabajar en 1763 con la idea de integrar el conjunto del palacio del Buen Retiro con el resto de la ciudad. El ingeniero José Hermosilla ideó la colocación de las fuentes de Cibeles, Neptuno y las Cuatro Estaciones de Apolo dividiendo los tramos.

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Aquella intervención tenía tres extensiones: la que va desde Cibeles a Neptuno, de aquí al Jardín Botánico y, por último, de este hasta la Puerta de Atocha o de Vallecas. En este extremo se colocó la fuente de la Alcachofa, mientras que en el otro se realizó el ornamento del paseo que desemboca en la Puerta de Alcalá (1774). Lo fundamental de este paseo es el Museo del Prado. Alrededor de él se levantaron algunos palacios como el de Buenavista, hoy Cuartel General del Ejército, y el de Villahermosa, que hoy alberga el Museo Thyssen.

Más adelante, en el siglo XIX, se levantaron el palacio de Linares (actual Casa América), el edificio del Banco de España y el de la Bolsa de Comercio, a los que el siglo pasado se les unieron el Hotel Ritz, el Palace y el palacio de Comunicaciones, sede actual del Ayuntamiento de Madrid. En 2008, a los museos del Prado, Thyssen y Reina Sofía se les añadió el espacio cultural CaixaForum Madrid, en el antiguo edificio de la Central Eléctrica del Mediodía.

Como continuación del Prado se sitúa Recoletos, un proyecto de Fernando VII, quiuen empleó como mano de obra para su construcción a presidiarios. La consolidación del paseo vino con la alcaldía del duque de Sesto, en la segunda mitad del siglo XIX. Entre los palacios de Recoletos destacó el del Marqués de Salamanca, considerado el “más rico y moderno palacio de Madrid”. Aún se mantiene en pie y en la actualidad es la sede de la Fundación BBVA.

Aunque el edificio más emblemático de Recoletos es le de la Bibioteca Nacional, con casi 30.000 metros cuadrados. Hoy custodia más de 26 millones de publicaciones. El centro fue fundado por por Felipe V. Su traslado al edificio actual se hizo en 1896. Detrás está el Museo Arqueológico Nacional. Donde hay más animación, sin embargo, es en la acera derecha del paseo, donde se encuentran los míticos cafés de Madrid, como el Gijón.

A comienzos del siglo pasado, el paseo de la Castellana era una vaguada por donde discurría el arroyo del Bajo Abroñigal o Valnegral, que nacía cerca de Chamartín. Durante el siglo XIX prácticamente no había nada construido en el paseo. No fue hasta 1941, año en que se elaboró el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid cuando se propuso esta vía como un eje triunfal dedicado a la gloria del dictador Francisco Franco. Su idea era la de crear una amplísima avenida con abundantes plazas, escenario perfecto de desfiles políticos y militares.

Hoy el paseo de la Castellana es eje central de Madrid y en él se encuentran algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad, así como el estadio Santiago Bernabéu, algunos edificios ministeriales, modernas construcciones pertenecientes a los bancos más importantes y sedes en España de algunas importantes multinacionales.

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Dónde dormir: Hotel Vía Castellana; Paseo de la Castellana, 220; 28046 Madrid; teléfono: 915674300.

Dónde comer: Tasca La Farmacia; Calle del Capitán Haya, 19; 28020 Madrid; teléfono: 915558146.


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