Mazarrón tiene una fecunda historia, unida tanto a los pueblos del mar Mediterráneo (fenicios y romanos) como a la riqueza minera de su sierra. La villa de Mazarrón se encuentra situada a unos tres kilómetros de la costa y todavía conserva las reminiscencias de un pueblo cuyo desarrollo se vio marcado por la efervescencia de las explotaciones mineras. Por ello no es de extrañar que queden restos de los martinetes usados para la extracción del mineral en los cerros de los Perules y de San Cristóbal.
Que los romanos eligieran la población murciana como uno de sus principales asentamientos en la península ibérica no fue casualidad… Las montañas en torno a este pueblo de Murcia cercano al Mediterráneo ofrecían (y ofrecieron hasta hace pocos años) unas tierras ricas en plomo, plata o zinc, entre otros minerales. Tal y como hicieron con Las Médulas (León), los romanos expoliaron de aquí los minerales que esconden las entrañas de la Tierra.
Hoy en día las minas de la localidad de Mazarrón se convierten en casi un escenario de película donde los viajeros pueden pasear por un auténtico paisaje lunar en el que el agua de un intenso color rojo es la protagonista. Algo parecido a lo que acontece en el Riotinto (Huelva) y que ha despertado el interés de los científicos de la NASA por su semejanza con el paisaje del planeta Marte.
En los años sesenta la explotación en Mazarrón de las minas dejó de ser rentable y la zona fue totalmente abandonada. La dejadez hoy en día es tal que que pasear por estas amplias extensiones sin apenas vegetación da la sensación al viajero de estar pisando otro planeta. El acceso al antiguo recinto es gratuito, sin ningún tipo de delimitación de la zona, y precisamente por ello el vandalismo ha invadido los edificios derrumbados. Lo que antiguamente eran los barracones y construcciones de la mina, en la actualidad son inmuebles que han sido saqueados, pintados con graffitis y destrozados.

Sin embargo, en contraposición con ese paraje desolador y de abandono que llega a sobrecoger, el paisaje de las minas de Mazarrón está conformado por cientos de colores ocres procedentes de las rocas y pequeños lagos de agua literalmente roja. Un escenario muy fotogénico y donde el viajero puede perderse por las diferentes partes que otorgaban vida al antiguo complejo minero. Hay que tener especial cuidado con las galerías y pozos que lo componían, ya que algunos cuentan con casi medio kilómetro de profundidad… Aunque resulta muy recomendable visitar las minas con los más pequeños de la casa debido a la espectacularidad del paraje hay que ser cauteloso y vigilarles en todo momento.
Parece increíble que, con los recursos limitados que tenían los romanos en su época, en comparación a los utilizados durante las últimas décadas de la vida de la mina, pudieran hacer surcos de decenas de metros de profundidad y convertir esta zona rocosa en un auténtico laberinto de pozos y galerías. No alcanzaba la majestuosidad ingeniera que los romanos emplearon en Las Médulas, pero se trata de otra gran obra de expolio de similares características y que ha dibujado un paisaje muy hermoso.
¿Por qué los romanos eligieron este territorio para hacer de las suyas? Además de la riqueza de los materiales que adquirían de la tierra, la cercanía de Mazarrón con el mar y con una de las ciudades más importantes de la época (Cartago Nova), propiciaron su vertiginoso crecimiento. Su estratégica ubicación costera permitía la fácil distribución de los minerales extraídos por vía marítima con el resto del Imperio. Por ello Mazarrón se convirtió en una de las más urbes ricas de toda la península ibérica.

Las minas se encuentran en las afueras de la ciudad de Mazarrón y para acceder a ellas hay que salir de la población en dirección la carretera A-7 y hacer un giro hacia la izquierda. Para los vehículos que no sean todoterreno se recomienda dejar el coche en una zona habilitada junto a la carretera. Y para los que dispongan de un vehículo óptimo para deambular por zonas angostas tienen a su disposición un camino de unos 400 metros de largo que desemboca a los pies del recinto. Sin duda, se trata de una excursión histórica que todo viajero amante del pasado no debe perderse si visita tierras murcianas y pretende alojarse en Mazarrón.
Ya en el pueblo, las calles de Mazarrón cuentan con importantes monumentos, entre los que destaca el Ayuntamiento, de elegante estilo modernista, vivo reflejo del esplendor que llegó a tener la población a principios del siglo XX. Detrás se halla la iglesia de San Andrés (siglo XVI) y, muy cerca, el convento de la Purísima.
También destaca el antiguo castillo de los Vélez, que puede completar la visita a la localidad. En las afueras, en Puerto de Mazarrón, el viajero hallará la torre vieja de la Cumbre (siglo XVII) y la torre de los Cabaloso. Era un sitio muy a propósito para el desembarco de moros en las pateras corsarias y berberiscas.
Artículo de Laura Crusellas.

Dónde dormir: Hotel Playa Grande; Av. del Castellar, 19; Puerto Mazarrón (Murcia); teléfono: 968155715.
Dónde comer: Restaurante Palenque; Av del Mediterráneo, 2; Puerto de Mazarrón (Murcia); teléfono: 968153086.
Me ha parecido un lugar precioso!
Muy interesante artículo, por el tipo de material y su ubicación. Ojalá se pusiera interés por parte de las autoridades y estudiosos para protegerla y preservarla.
Gracias por tus palabras Rebeca.
Coincido contigo en el esfuerzo que deben realizar las instituciones y organismos oficiales de defensa y recuperación de nuestro patrimonio, todo un lujo que tenemos, podemos disfrutar y legar si se hacen bien las cosas.
Hola, tú artículo es interesante, pero quisiera puntualizar unas pocas cuestiones.
– La Torre de la Cumbre, se llama Torre de Santa Isabel (redonda)
– La otra torre que indicas es la Torre de los Caballos (cuadrada)
– En el mismo pueblo de Mazarrón está la Torre del Molinete (redonda)
– A unos pocos kms. y desde el mismo pueblo de Mazarrón se puede ver en La Azohía la Torre de Sante Elena de planta exagonal.
– Hubo otra torre vigía -Torre de San Ildefonso- en donde se encuentra el actual faro de costa.
En el siglo XV se abren de nuevo para la extracción del alumbre.
En el siglo XIX se dan concesiones para volver a explotarlas.
En 1969 se dejaron de explotar.
Hola Antonio,
te agradezco tus puntualizaciones. Las tengo en cuenta.
Gracias por comentar