Entre las montañas salmantinas de la sierra de Francia se levanta Mogarraz, un acogedor pueblo con un centenar de casas de madera y piedra donde las casas miran. De sus fachadas cuelgan desde hace seis años, pintados en chapa, más de setecientos retratos de vecinos actuales y pasados. Es una atracción más de una villa declarada Bien de Interés Cultural. Llama poderosamente la atención.
La idea fue concebida por el artista local Florencio Mallo, que reprodujo a gran escala las fotos de carnet que 388 vecinos se hicieron en 1967 para el DNI. Después, los retratos se colgaron en las casas donde viven, o han vivido, los protagonistas. No es el único atractivo que esconde este pueblo salmantino. Hay mucho más para ver.
Situado en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia, la villa de Mogarraz ha sabido conservar su encanto urbanístico: una arquitectura civil (de tramonera y piedra) y militar en perfecto estado. Originaria del Medievo, la localidad fue repoblada en el XI por franceses, gascones y roselloneses, cuyo legado permanece en algunos apellidos de sus vecinos.
Judería conversa
La fundación de la localidad de Mogarraz se debe al proceso de repoblación llevado a cabo por los reyes leoneses en la Edad Media en la Sierra de Francia. Esta villa ha sido una de las pocas juderías conversas al cristianismo y está declarada Conjunto Histórico Artístico.

En el año 1656 obtuvo el rango de villa y fue en los siglos XVII y XVIII cuando alcanzó su mayor esplendor y cuando se construyeron gran parte de los edificios según el estilo serrano tradicional.
En la larga calle que discurre desde el humilladero de la entrada hasta la plaza del pueblo, el visitante encontrará rincones de gran belleza. Muchas casas antiguas lucen carteles de piedra que señalan el oficio del propietario (un tonel, un arado…) Mogarraz conserva sus tradiciones folclóricas, culturales y religiosas en los dinteles esculpidos de sus puertas.
Estructura medieval
Conocido por su artesanía, el pueblo salmantino presenta estructura urbanística de trama típicamente medieval, con calles estrechas y trazado regular. Fachadas con entramados serranos de madera rellenas de mampostería y símbolos a descubrir grabados en la piedra. Balconadas típicas y soportales.
Mogarraz conserva unos cuantos edificios y elementos del pasado de indudable interés y que hay que incluir en la lista de visitables, como la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, de estilo renacentista. O la Torre Campanario del siglo XVII separada de la Iglesia, dada su función de vigía y defensa. Así como la ermita del Humilladero del siglo XIII con una bella cruz.

No acaba ahí el patrimonio visitable de Mogarraz. Merece la pena darse un garbeo por el Museo Etnográfico o Casa de las Artesanías, donde se informa al viajero de la importancia de las artesanías del bordado, del trabajo del cuero o de la elaboración de joyas con filigranas en plata y oro. Por su parte, el Museo del Ibérico ofrece al visitante información sobre los procesos de elaboración de los productos derivados del cerdo, así como de los utensilios utilizados en épocas anteriores.
No muy lejos de la Sierra de Francia se alza una localidad de raigambre e importancia de la provincia de Salamanca como es Ciudad Rodrigo. Una insigne plaza fortificada que está declarada Conjunto Histórico Artístico. Sus muros encierran un rico patrimonio arquitectónico plagado de edificios civiles y religiosos.

Dónde dormir: Casa Lucía; Calle Nueva, 14; 37610 Mogarraz (Salamanca); teléfono: 652427027.
-El Pino; calle el pino 5; 37610 Mogarraz (Salamanca); teléfono: 645656838.
Dónde comer: La Autóctona; Calle Juan a Melon; 37610 Mogarraz (Salamanca); teléfono: 657752507.
-Mesón Taurino; Plaza Mayor, 7; 37610 Mogarraz (Salamanca); teléfono: 923418119.
-Calama; Calle San Pedro, 23; 37610 Mogarraz (Salamanca); teléfono: 923418101.