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Atesoró las más preciadas virtudes de su época. El brillante oficial de la Armada y magnífico científico Jorge Juan de Santacilia (1713-1773), fue además insigne viajero, geógrafo, astrónomo, ingeniero y diplomático. De la mano de los historiadores Javier Martínez-Pinna y Diego Peña nos vamos de ruta histórica por la ciudad que vio nacer a Jorge Juan, Novelda (Alicante) y los rincones de la provincia y de España que más le marcaron. Una de las mentes más brillantes de la Ilustración.

En el siglo XVIII, un pequeño grupo de intelectuales, científicos y navegantes, preocupados por los males que aquejaban al país, decidió secundar los esfuerzos de la Corona para modernizar España, pero los problemas que tuvieron que superar estos primeros ilustrados hizo que la mayor parte de ellos no tuviese más remedio que formarse en las prestigiosas escuelas del Viejo Continente.

Jorge Juan nació el 5 de enero de 1713 en la hacienda de El Fondonet, situada en la localidad alicantina de Novelda, siendo el mayor de los tres hijos que tuvieron Bernardo Juan Canicia y Violeta Santacilia Soler, pero por causas del destino fue bautizado en la pequeña iglesia de Nuestra Señora de las Nieves en Monforte del Cid. En El Fondonet todavía se conservan muchos elementos de la época de lo que fue una casa solariega que se abastecía de las numerosas tierras que explotaba.

Con tan solo tres años de edad tuvo que afrontar la primera de las pruebas que el destino le puso en su camino, cuando de forma repentina se produjo la muerte de su padre, razón por la cual se vio obligado a abandonar el hogar situado en la Plaza del Mar de Alicante, ciudad a la que volverá pocos años más tarde para estudiar en el colegio de la Compañía de Jesús, en donde “dio muestras de las sobradas actitudes que más tarde le llevarán a convertirse en uno de los científicos más prestigiosos de nuestra historia”.

Siendo apenas un niño, Jorge Juan fue enviado a Malta para ingresar en su Escuela Naval, y allí adquirió unos sólidos conocimientos matemáticos y náuticos que más tarde reforzó, a partir de 1730, después de ingresar en la Compañía de Guardias Marinas de Cádiz, ciudad convertida en la puerta de entrada de las corrientes enciclopedistas europeas, a las que Jorge Juan nunca fue ajeno.

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retrato jorge juan
Jorge Juan fue una de las mentes más brillantes de la España de la Ilustración.

En este contexto, un grupo de académicos franceses mostraron su interés por medir en Quito un arco de Meridiano bajo el Ecuador, para mejorar la precisión cartográfica, por lo que se organizó una expedición en la que formó parte Jorge Juan.

Durante varios años, los científicos españoles llevaron a cabo trabajos de corte histórico, cartográfico, botánico y minerológico, aunque tampoco se olvidaron de denunciar los múltiples desmanes y las irregularidades producidas en las colonias americanas, condenándolas sin ningún tipo de miramiento en sus informes remitidos a la Corona.

Pero la vida de Jorge Juan dio para mucho más, porque tras su regreso a España, el marqués de la Ensenada le encargó la difícil misión de planificar la modernización de la Armada española. El navegante alicantino se puso en el papel de un auténtico espía al servicio de la monarquía hispánica, marchando hacia Londres para tratar de documentar el tipo de barcos construidos en los astilleros del Támesis.

Nuevamente en España, en 1752 fue nombrado Director de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz, haciéndose cargo de la construcción de nuestros buques, hasta ser apartado de su trabajo como consecuencia del destierro de la Ensenada. Desde este momento, la estrella de Jorge Juan empezó a declinar porque poco después sufrió el acoso de la Santa Inquisición por su defensa de las ideas de Copérnico y Newton. Aún así, aún tuvo tiempo de fundar poco antes de su muerte el Real Observatorio de Madrid, y de planificar una nueva expedición para realizar el cálculo del paralaje del Sol.

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La Casa Modernista de Novelda expone documentos inéditos relacionados con el marino español.

Jorge Juan murió en Madrid el 21 de junio de 1773, pero el año 1860 sus restos fueron trasladados hasta el Panteón de los Marinos Ilustres de San Fernando. En Novelda también se puede visitar el monumento al marino situado en la Plaza Vieja, así como la Casa Modernista, que expone objetos, utensilios, cartas personales y documentos inéditos relacionados con el insigne científico.

Javier Martínez-Pinna ya ha invitado al lector viajero, desde Lugares con historia, a disfrutar de fascinantes aventuras en escenarios de nuestra geografía de relevante pasado. Como la búsqueda del Arca de la Alianza en el castillo templario de Ponferrada, o la Mesa de Salomón en la asturiana iglesia de Valdediós. Este historiador y profesor alicantino es autor de obras de recomendable lectura, como Grandes tesoros ocultosDe ruta por Novelda con Jorge Juan, el gran científico y marino del siglo XVIII 1, Operación Trompetas de JericóDe ruta por Novelda con Jorge Juan, el gran científico y marino del siglo XVIII 2 o El nombre de DiosDe ruta por Novelda con Jorge Juan, el gran científico y marino del siglo XVIII 3.
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Dónde dormir: Hostal Suiza; Calle de Tirso de Molina, 50; 03660 Novelda (Alicante); teléfono: 965601996.

Dónde comer: La Herradura; Calle de Méndez Núñez, 39; 03660 Novelda (Alicante); teléfono: 965624770.


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