Por Jimena de la Frontera (Cádiz), destino que hoy nos ocupa, se entra en el campo de Gibraltar. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, su principal monumento es su castillo-fortaleza, construido sobre las ciudad fenicia de Oba, que luego fue romana, según se deduce por las monedas encontradas. En esta ciudad se cuenta que nació el bisabuelo de Marco Antonio, el general que ayudó a Julio César a gobernar Roma y que mantuvo un idilio de solera con Cleopatra.
Recientes excavaciones realizadas por arqueólogos de la Universidad de Sevilla en el citado castillo sitúan allí lo que creen que se trataba de uno de los asentamientos romanos más importantes de España, cuyas ruinas permanecían vírgenes, como esperando que alguien las sacase del anonimato. Lo que a primera vista parecía un simple castillo musulmán ligeramente reformado en el siglo XIX ocultaba en realidad algo muy anterior en el tiempo.
Al hallazgo de varias monedas en alfabeto púnico se une el de otras en latín con la inscripción Res Publica Obensis, que fue el nombre adoptado y latinizado tras la conquista romana. Al parecer, las monedas corresponden a la época de Vespasiano y ello supondría la existencia de un senado local con sus correspondientes magistrados y ediles.

La urbe romana se asentaba sobre una colina que dominaba el paso natural entre la Serranía de Ronda y la Bahía de Algeciras, situación estratégica que era muy conocida ya desde antes, al menos desde el siglo VIII a.C. El sitio idóneo, pues, para establecer una guarnición importante de forma permanente. En esas ruinas de Oba se ven torres, paredes, una infraestructura hidráulica, un templo, calzadas, murallas perimetrales…
Sobre Oba los musulmanes levantaron su propia ciudad, Xemina, aprovechando buena parte de lo que construyeron los romanos. Desde el año 1059, Xemina perteneció al reino taifa de Sevilla y se puede apreciar el paso que dejaron los almohades por las cisternas, pozos y viviendas que dejaron, luego magnificados por los nazaríes. Los cristianos tomaron la localidad gaditana en 1453 para volver a perderla poco después. Pero en 1456 se incorporó definitivamente a la corona castellana.
El castillo, junto con las murallas y el aljibe conocido como Baño de la Reina Mora, componen un conjunto arquitectónico de indudable valor. Sin duda, merece ser visitado. Las ruinas arqueológicas no son el único atractivo de Jimena de la Frontera. En el santuario de la Reina de los Ángeles, la talla de la Virgen, patrona de la localidad, es una de las que, según la tradición, fue realizada por San Lucas.
Otros elementos de interés para visitar son las iglesias de la Misericordia y de la Victoria, el edificio de las Reales Fábricas de Artillería o el espléndido espacio natural del Parque Natural de los Alcornocales, en cuyo corazón se encuentra enclavada.

Los alrededores del municipio andaluz ofrecen enclaves de gran interés. como la Cueva Laja Alta, en el Altabacar, con pinturas rupestres que son las únicas conocidas con representaciones de escenas marítimas. Entre sus curiosos personajes se encuentre Pedro Machuca, que llegó a formar en el siglo XVI una partida con 300 hombres.
Visitar Cádiz y su provincia es un gozo para el viajero amante de la historia. Lugares de enorme interés antiguo como el yacimiento fenicio de Doña Blanca se combinan con los restos romanos de la ciudad romana de Baelo Claudia o los de Carteia. Son solo un ejemplo de las muchas rutas que el viajero puede llevar a cabo por estas tierras de notable memoria del pasado. Hagan hueco en su agenda viajera y apunten este destino.
https://youtu.be/i3va7oCgvpw
Cómo llegar: Desde Cádiz por la carretera A-381, luego coger la A-405. Se puede llegar al castillo fácilmente en coche y cuenta con una explanada cercana para poder aparcar.
Dónde dormir: Casa Castillo; C/ La Loba, 61; 11330 Jimena de la Frontera (Cádiz); teléfono: 644310810.
Dónde comer: El Cielo; C/ Sevilla, 3; 11330 Jimena de la Frontera (Cádiz); teléfono: 956648224.