Enriquecida por el paso de diversas civilizaciones, la historia de Cataluña es la historia de un pueblo, como tantos otros, en busca de su propia personalidad. Desde los primeros intentos de rebelión contra el Califato de Córdoba durante la invasión islámica, hasta el logro del Estatut d’Autonomía, el camino ha sido largo y repleto de avatares históricos. Barcelona es la capital autónoma, una de las ciudades más importantes del Mediterráneo, pero no el único lugar con una memoria reconocida y digno de ser rememorado. Como ya hiciera con los lugares con más historia de Madrid, Lugares con historia recopila aquellos sitios que quizá más pasado atesoran de Cataluña.
Tarraco, la ciudad de los Escipiones (Tarragona)
La historia de Cataluña no se puede entender sin la capital de las provincias de Hispania Citerior y de la Tarraconensis bajo dominio del Imperio, el nombre antiguo de la actual ciudad catalana se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Península Ibérica bajo el yugo de Roma desde el siglo I a.C. Se trata del más antiguo asentamiento romano establecido en territorio hispano. En el el año 45 a.C. es cuando Julio César, después de derrotar a Pompeyo, otorgó a la población la categoría de Colonia Iulia Urbs Tarraco. Más tarde, Augusto, ya como emperador, concedió la capitalidad a la ciudad en el 27 a.C., que no perderá en todo el transcurso del Imperio Romano. Ya en el siglo V, las constantes incursiones visigodas culminaron con la conquista de la ciudad por parte de Alarico en el año 475.

El paseo arqueológico por el conjunto de Tarraco, declarado Patrimonio de las Humanidad por la UNESCO, debe iniciarse por las murallas (siglos III y II a.C.), continuar por el anfiteatro, del siglo II y con aforo para 12.000 espectadores, el teatro y rematar con la visita al circo, uno de los mejores conservados del mundo. En torno a la plaza de la Font se conservan, y son visitables, las bóvedas que sostenían las gradas. Otros dos monumentos antiguos, algunos a pequeña distancia de la ciudad, también merecen la pena ser visitados. El primero de ellos es un magnífico acueducto de 21 metros de largo. Al noroeste, sobresale un sepulcro denominado Torre de los Escipiones (siglo I a.C.). Y 20 kilómetros al este destaca, asimismo, el arco de triunfo de Bará, al borde de la Vía Augusta.
Ampúrias, la colonia griega más importante de la península
Las más completas e interesantes ruinas de la antigüedad en la Península Ibérica datan del siglo V a.C. Son de origen griego y se localizan en Ampurias, sobre el golfo de Rosas, en el municipio de La Escala. Fundada en el año 575 a.C. por colonos griegos de Focea como enclave comercial en el Mediterráneo, años más tarde fue ocupada por los romanos, pero la urbe resultó abandonada en la Alta Edad Media. Debido a su situación en la ruta comercial entre las ciudades de Massalia (Marsella) y Tartessos, Ampurias se convirtió en un gran centro económico y comercial además de en la mayor colonia griega de toda la Península Ibérica.
Durante las guerras Púnicas que enfrentaron a Roma y Cartago, Ampurias se alió con la primera; de hecho, Publio Cornelio Escipión inició la conquista de Hispania desde esta ciudad en 218 a.C. Tras la conquista de Hispania por Roma, Ampurias optó por Pompeyo durante la guerra civil que le enfrentó a Julio César, por lo que ante la derrota del primero se le suprimiera toda su autonomía, estableciéndose además una colonia de veteranos del ejército para controlar la zona. Las piezas encontradas en las excavaciones de Ampurias son principalmente griegas, romanas e iberas y se conservan en el Museo Arqueológico de Cataluña, en sus centros de Ampurias (entre la ciudad griega y la romana) y Barcelona.

Besalú y su importante comunidad judía
Orillado por los ríos Fluvià y Capellades, el viajero se topa, a escasos 25 kilómetros de Gerona, con Besalú, otro de esos pueblos con encanto y balcones con geranios donde cada rincón cautiva a quien lo visita, en especial su puente medieval, su plaza Mayor porticada, la calle Tallaferro, su judería, la iglesia de San Pedro y sus murallas. El Besalú medieval acogió una importante comunidad hebrea que ha dejado un interesante barrio en el que además de las pintorescas callejuelas se han conservado los baños rituales del siglo XI que captaban el agua del río y la templaban con la de una fuente termal hoy agostada.
El Besalú medieval creció como centro comercial, como punto de encuentro entre ganaderos, agricultores y artesanos. La localidad se desarrolló a partir de su castillo, construido sobre la colina donde se encuentran los restos de la Canónica de Santa María, un monasterio del siglo X. Bisuldunum de nombre original, la actual Besalú comenzó a adquirir importancia como capital de condado independiente después de la muerte de Wifredo el Velloso en el 902. De su rico patrimonio arquitectónico cabe destacar los edificios civiles de la Curia Reial, la Casa de la Vila, la casa de los Arcs y la casa Llaudes, pero lo más hermoso que tiene Besalú son sus iglesias medievales. Y su magnífico puente románico fortificado sobre el Fulvià. De siete arcos y 145 metros de largo.
Cadaqués, el paraíso que inspiró el genio creativo de Dalí
Sin lugar a dudas uno de los pueblos con más encanto de Cataluña. En el cabo de Creus, rodeado de un bellísimo y escarpado paisaje de olivar y monte, de acantilados que se precipitan sobre el mar azul bajo un cielo luminoso que aviva los colores y enciende la cal en las paredes. Allí está Cadaqués, que hace un siglo era una humilde aldea marinera y hoy además es una localidad turística de fuste con excelentes playas y calas recónditas de aguas transparentes. Algunos relevantes pintores de nuestro tiempo se enamoraron de Cadaqués: Picasso, Chagall, Klein… Aquí encontraron su inspiración. Pero sobre todo destaca uno por encima de todos: Salvador Dalí, quien dio notoriedad a este enclave del Mediterráneo.

Un paseo tranquilo por las callejas empedradas del pueblo resulta muy agradable. En el Museo de Perrot-Moore se exhibe arte gráfico de estos y otros autores. Mientras, el Museo Municipal de Arte expone obras de artistas relacionados de alguna manera con Cadaqués. En la vecina Port-Lligat se encuentra la Casa Museo de Dalí, en su origen siete casitas de pescadores que el genial artista fue integrando en el laberinto de su vivienda. Por la casa del artista ella pasaron figuras de la talla de Federico García Lorca, Paul Éluard, René Magritte, Marcel Duchamp (quien fijó aquí su residencia veraniega) y Luis Buñuel. Los amantes del arte pueden, asimismo, escaparse hasta el castillo de Púbol, a escasos 50 kilómetros, que sirvió de inspiración para Dalí, o en diez kilómetros menos, llegar hasta Figueres y disfrutar del Teatro Museo Dalí.
La ciudad del Born, la Pompeya del siglo XVIII
El nuevo centro cultural del Born se ha abierto al público, y con él ha renacido la Barcelona de 1700 gracias a un yacimiento convertido en museo donde contemplar con todo detalle cómo era la ciudad de entonces. Una fotofinish de una época como pocas veces permite la historia. En el barrio de La Ribera de Barcelona se alza la inconfundible estructura del antiguo mercado del Born, una de esas construcciones metálicas de tan de moda en el siglo XIX. Fue el primer gran edificio de la arquitectura del hierro en Barcelona (1878) y ejerció casi un siglo, hasta 1977, como su principal mercado de abastos.
La casualidad hizo que los arqueólogos descubrieran en Barcelona una nueva Pompeya, pero ésta de inicios del siglo XVIII. Un yacimiento urbano único en Europa por sus características. El 11 de septiembre de 1714 acabó el asedio a la ciudad de Barcelona y acababa con ello la Guerra de Sucesión al trono de España entre Austrias y Borbones. Luego vino la represión y una quinta parte de la Ciudad Condal fue barrida del mapa para dejar paso a una Ciudadela como fortaleza militar y una gran explanada defensiva que debía controlar a los barceloneses.

La Ciudadela fue derribada en el siglo XIX y convertida hoy en uno de los parques más emblemáticos de Barcelona. La Explanada devino en 1878 el mercado de abastos de El Born. Gracias a ello los restos enterrados de esa Barcelona de 1700 quedaron intactos bajo los escombros. Hasta hoy, cuando se han podido documentar los detalles más minúsculos, para descubrir in situ cómo era la capital catalana a inicios del siglo XVIII.
El viajero aficionado a la historia tiene ante sí un amplio abanico de ofertas para conocer el pasado de esta comunidad autónoma. Sus orígenes y evolución a lo largo del tiempo. Con el fin de completar tan tamaña aventura, al viajero se le presenta una variada oferta hotelera donde poder alojarse y descansar unas horas. Gracias a los cupones descuento de Cupon.es, el viajero tiene la posibilidad de pernoctar a buenos precios en hoteles como los de la cadena Barceló.
Como colofón a esta tremenda aventura, al viajero, si no le satisface lo que aquí se propone, puede optar también por conocer otros puntos de interés de Cataluña, como las localidades medievales de Siurana o Pals, o municipios como Tortosa, Tossa de Mar o Begur.

Dónde dormir: Hotel Port Lligat; Avenida Salvador Dalí, s/n; 17488 Cadaqués (Gerona); teléfono: 972258162.
Dónde comer: Restaurante Pont Vell; Carrer de Pont Vell, 24; 17850 Besalú (Gerona); teléfono: 972591027.