Tan complejo como sus telas más exquisitas, cuenta con fiestas que marcan antiguos ritos, una bulliciosa vanguardia urbana y una naturaleza rebosante de espléndida diversidad. Bienvenidos a Perú.
El viajero peregrina a la ciudadela inca de Machu Picchu, aunque este famoso lugar es solo un ejemplo de una historia humana de 5.000 años.
Qué ver en Perú
Hay que explorar los restos polvorientos de Chan Chan, las mayores ruinas precolombinas de América, volar sobre los geoglifos desconcertantes de Nazca o aventurarse en la abrupta naturaleza que rodea la fortaleza de Kuelap.
Existen dunas gigantes, picos cincelados y olas del Pacífico a pocos pasos de la hora punta de la capital: del centro de Lima a un rincón perdido, este gran país es un paraíso para viajeros activos.
Se pueden ver guacamayos en el Amazonas o admirar la puesta del sol sobre los restos de una civilización antigua. Hay que disfrutar poco a poco y sin prisa. Puede haber retrasos, y entonces es cuando se descubre que en Perú la aventura es llegar.
Ruta de los incas
Una sugerencia para realizar en Perú pasa por descubrir la calzada peatonal más famosa del continente, que serpentea durante 43 kilómetros, subiendo por escalones de piedra y atravesando tupidos bosques nublados.
Todo un peregrinaje, los cuatro o cinco días de caminata culminan en el famoso Intipunku (o Puerta del Sol), donde los senderistas divisan las insólitas ruinas de Machu Picchu.
Otro aspecto muy interesante para conocer en Perú es su rica gastronomía. La riqueza de sus tierras y su diversidad cultural hacen del Perú un país de exquisitos y variados platos. Cada ciudad tiene un plato típico con un sabor inigualable.
Por ejemplo, con sus platos iconos, el cebiche y el tiradito, Lima es un destino que atrae a los amantes de la buena cocina. Y un mundo aparte si hablamos de la repostería.

¿Cuáles son los postres más representativos de la gastronomía peruana?
Nada caracteriza más a Perú que su mundialmente conocida y respetada gastronomía que es toda una experiencia sensorial, pues no solo deleita hasta a los paladares más exigentes, sino que despierta en la memoria recuerdos de una fascinante historia. Cada cucharada es un susurro del pasado.
Dentro de la gastronomía peruana, existe un lugar privilegiado para la repostería y es importante recalcar que los Incas solo conocían el sabor dulce a través de algunas frutas como la lúcuma y la chirimoya, pero en el siglo XVI, con la llegada de los españoles a Perú, llegó también la caña de azúcar, el trigo y el ganado vacuno, y con estos productos es que se empiezan a preparar exquisitos potajes.
Hoy en día, es común cerrar con broche de oro una exquisita comida con un sabroso postre o simplemente saciar un antojo en cualquier momento del día, pues las opciones son muchas. A continuación, te presentamos algunos de los dulces más representativos de Perú.
Picarones
Es probablemente unos de los postres peruanos más antiguos. La data histórica de su existencia se remonta al año 1850, se cree que los españoles trataron de replicar en Perú el buñuelo ibérico, pues uno de sus ingredientes principales es la harina de trigo que fue traída por los conquistadores.
Además, también lleva zapallo y camote. Con esa masa se forman pequeños aros que luego son sumergidos en un perol (vasija parecida a la sartén), con abundante aceite caliente, hasta quedar blandos por dentro y crujientes por fuera. Finalmente, son bañados en miel de chancaca y quedan listos para comer.
Suspiro a la limeña
Este es el postre más representativo de la ciudad de Lima. Las primeras menciones históricas de su existencia se remontan al siglo XIX y la mayoría de sus ingredientes también fueron traídos de España.
El suspiro a la limeña es una base de manjar coronado por un merengue consistente, espolvoreado con canela. En la actualidad, existen muchas recetas para preparar esta delicia, pero todas tienen en común un resultado cautivante.
Ranfañote
Quizás se trata de uno de los postres con más historia. No es otra cosa que pan tostado en trozos, coco rallado, miel de chancaca, nueces, pasas y pecanas. A esta mezcla se le agregan generosos trozos de queso y, a veces, cáscara de naranja.
Turrón de Doña Pepa
Este postre es considerado un patrimonio culinario del Perú y tiene una estrecha relación con otra gran característica del pueblo peruano: el fervor religioso, pues mencionar al turrón de Doña Pepa es hablar de la procesión del Señor de los Milagros, considerada una de las más grandes del mundo.
Se dice que fue una mujer afroperuana la que creo este manjar en agradecimiento a un milagro que le concedió el Cristo de Pachacamilla al curarla de una enfermedad que la estaba dejando postrada.
El turrón consiste en una base de palitos hechos con harina de trigo, bañados en miel de chancaca y cubierto de coloridas grageas. Con los años han surgido diferentes e innovadoras preparaciones, pero la esencia se mantiene.