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Israel, a lo largo de la historia, han sido un punto de encuentro de culturas, imperios y religiones en la intersección geográfica y cultural entre los continentes de Asia, Europa y África, desde el inicio de la historia. Solo por eso ya merece la pena un recorrido para conocer sus maravillas, que son unas cuantas. Viajar a Israel se puede convertir en asignatura obligada para tu agenda de 2019.

Pocos países contienen tanta variedad en tan poco espacio. Las distancias son cortas, así que uno puede relajarse en una playa mediterránea un día, pasar el siguiente flotando en las aguas ricas en sales minerales del mar Muerto y el siguiente buceando en el mar Rojo.

A quienes les guste pasear grandes distancias lo pueden hacer atravesando el país judío por el Sendero Nacional de Israel, zambullirse en corrientes estacionales y explorar oasis primaverales ocultos entre áridos riscos sobre el mar Muerto. Interesantes propuestas.

El viajero tiene que que visitar Masada para conocer su dramática historia de resistencia a las poderosas legiones romanas, y Beit She’an, donde aún late la opulencia romana. Estas son algunas de las visitas imprescindibles que el viajero debe realizar en Israel:

Mar Muerto

Hay que pasar un cartel que indica el nivel del mar y seguir bajando, admirando fugazmente las aguas azules cobalto del mar Muerto dibujadas por depósitos de sal blancos, riscos rojizos y matorrales verdes. En el oasis de Ein Gedi se puede caminar entre profundos cañones con piscinas de aguas claras y cascadas verticales antes de subir al altiplano del desierto de Judea o bajar a la costa para darse un baño salado y vivificante.

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El Muro de las Lamentaciones es un lugar de peregrinación de la religión judía.

Tel Aviv

Atrevida, vanguardista y descaradamente laica, es un remolino multicultural de rascacielos, carriles-bici, cafés evocadores, bares estilosos y cuerpos tostados al sol. Las 4.000 estructuras de la Ciudad Blanca forman el mayor conjunto de edificios Bauhaus del mundo.

Altos del Golán

Desde la elevada fortaleza de Nimrod, la región Etzba HaGalil se extiende por el territorio como un mapa topográfico. Pero las amenazadoras laderas del monte Hermón, nevadas hasta bien entrada la primavera, empequeñecen esta fortaleza de tiempos de los cruzados.

Muro de las lamentaciones

Durante siglos, en Jerusalén los judíos han acudido a este muro de contención de 2.000 años del monte del Templo para rezar y lamentar la destrucción del primer templo y el segundo. Sus enormes sillares, desgastados por infinitas caricias, tienen un poder magnético que conecta a los más devotos.

Basílica del Santo Sepulcro

Construida en el lugar en el que santa Elena (madre del emperador romano Constantino) creía que había sido enterrado y crucificado Jesucristo, esta iglesia de Jerusalén es un lugar de los más sagrados para los cristianos. En las oscuras salas cargadas de una enorme espiritualidad, diferentes ramas cristianas mantienen viva una de las tradiciones más antigua de su credo.

Jardines Bahai

Con una mezcla de simbolismo religioso, vistas de ensueño y jardinería meticulosa, las 19 terrazas de estos jardines de Haifa ofrecen al viajero una expresión sublime de la búsqueda de la belleza. El mausoleo de Arystan Bab, con su cúpula dorada, se sitúa en medio y en cada nivel se suceden parterres, césped, esculturas y fuentes por las laderas del monte Carmelo.

Cesarea

Unas ruinas romanas impresionantes hacen que resulte fácil imaginar la vida aquí hace 2.000 años, cuando la multitud rugía viendo luchar a los esclavos con fieras en el anfiteatro o el teatro acogía los mejores talentos musicales. Los restos gran puerto de Herodes, construido para rivalizar con Alejandría, se han convertido en uno de los mejores sitios de Israel para comer o tomar una cerveza junto al mar.

Israel: el soberano de Oriente 1
noche_jerusalen Las tres principales religiones monoteístas conviven en Jerusalén.

Safed

El espíritu de los rabinos del siglo XVI que hicieron de Safed el centro de la Cábala (misticismo judío) más importante del mundo descansa en los callejones y antiguos templos del barrio de las sinagogas y el cercano barrio de los artistas, donde galerías recoletas ofrecen alegres y creativos objetos rituales.

Néguev

Al sur del país aparece una enorme masa de arena que ocupa el 60% de Israel. Néguev es uno de los desiertos más desconocidos del mundo, pero brilla en su inmensidad. Este árido cono de territorio esconde parques naturales, rescoldos de la historia y decenas de actividades que abarcan todo tipo de turismo: desde el más lujoso y calmo hasta el más aventurero. Cuenta con el cráter Ramon, el más grande del mundo (42 kilómetros de largo y 10 de ancho)

Eilat

Como ciudad portuaria que es, Eilat, que se sitúa cerca del Mar Rojo y Jordania, se presume como el destino ideal para practicar submarinismo y esnórquel. De obligada visita supone la reserva natural de Coral Beach, que presenta rutas subacuáticas marcadas con boyas entre arrecifes repletos de peces. Una maravilla natural.

Todos estos son solo algunos de los muchos atractivos que le esperan al viajero si visita Israel. No nos resulta extraño que el viajero pueda padecer el síndrome de Jerusalén, reconocido por la medicina, que ocurre cuando se siente abrumado por el significado metafísico de la Ciudad Santa y concluye que es un personaje bíblico. #NautaliaenIsrael

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