Ronda (Málaga) se alza a 700 metros de altitud, en el borde del precipicio formado por la profunda garganta con la que el río Guadalquivir corta la sierra y y que se conoce como «tajo de Ronda». Este espectacular paisaje se encuentra en el centro de un inmenso circo de montañas de unos 40 kilómetros de diámetro que conforman la Serranía de Ronda, último escalón de la cordillera Bética.
Ronda ha estado irremediablemente asociada al romanticismo que inspiraron los bandoleros, toreros y bellas mujeres del siglo XIX, algo que atrajo a artistas e intelectuales de todo el mundo como Ernest Hemnigway o Federico García Lorca.
Los numerosos hallazgos prehistóricos encontrados aquí hacen suponer que Ronda ya estuvo ocupada en esa época. Entre los restos más importantes sobresalen los dólmenes del Chopo o de Encinas Borrachas y la cueva de la Pileta, con pinturas rupestres del Paleolítico.
La ciudad actual fue fundada por los romanos de Escipión, que la convirtieron en una próspera urbe hasta su conquista por los suevos mandados por Rechila y, más tarde, por los bizantinos, expulsados después por Leovigildo.
En el 711 Ronda fue ocupada por los bereberes, artífices de la actual estructura del casco histórico y de su topónimo Izn-Rand Onda, la «ciudad del castillo». Ronda fue convertida en reino independiente por los musulmanes, quienes tras la conquista de los Reyes Católicos fueron vendidos como esclavos o expulsados a África.
Dentro de la zona amurallada de Ronda cabe destacar la puerta de Almocábar (del siglo XIII), emplazada al sur de la Medina, uno de los principales accesos a la ciudad malagueña.En el sector este se localizan los baños árabes (siglo XIII), el recinto termal musulmán mejor conservado de todo el territorio peninsular. En el interior del barrio musulmán se suceden las casas y los palacios, como el de Mondragón.
También resulta curiosa la casa del Gigante (siglos XIV-XV), llamada así por los inmensos relieves de piedra que decoran las esquinas del edificio.
A través de la calle Armiñán, verdadero eje de Ronda, se llega a la antigua plaza Mayor, hoy Duquesa de Parcent, donde se sitúan los edificios locales más significativos, sobre todo la colegiata de Santa María de la Encarnación, de estilo gótico, renacentista y barroco.
El palacio del Rey Moro, de planta irregular y laberíntica, alberga la mina de captación de agua de origen árabe, una compleja obra que desciende hasta el fondo del tajo aprovechando una grieta en la que se despliega una escalera tallada en la roca de más de 200 peldaños.
En la zona del Mercadillo se debe destacar, sin duda, la espectacular plaza de Toros, la más antigua de España, construida en 1785. De la misma época es el grandioso Puente Nuevo, que permitió la conexión del Mercadillo con el barrio antiguo de la ciudad. Tiene 98 metros de altura y desde sus balcones pueden verse las casas de Ronda «colgadas» en el mismo borde del precipicio.
Aprovecha un día al aire libre paseando por Ronda y Setenil de las Bodegas, dos municipios de Málaga y Cádiz respectivamente que esconden un magnífico paisaje natural. Existen tours a muy buen precio que incluyen la visita a ambas ciudades con encanto.

¡Qué reportajes más completos! ¡Qué fotos más bonitas!Me gusta el enfoque de este blog. No somos nada si olvidamos nuestro pasado ¡Felicidades!
Muchas gracias por tu comentario Carmen.