Griegos y romanos son solo algunos han dejado su huella en la localidad gerundense de Roses. A medio camino entre parque histórico-arqueológico y museo, su Ciudadela ha sido testigo del paso de diversas civilizaciones que han cimentado la ciudad actual. Fundada por los rodios en el año 776 antes de Cristo, este espacio singular, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, es de obligada visita para el viajero.
De 140.000 metros cuadrados, el parque arqueológico cuenta además con el propio Museo de la Ciudadela y una sala de exposiciones polivalente. Los restos de la antigua ciudad griega, el barrio helenístico (siglo III a. C.), la villa romana y el monasterio románico-lombardo del siglo XI forman parte del trazado de la Ciudadela.

Pero muchos siglos atrás, el paso del hombre primitivo por estas tierras se tradujo en el legado que hoy permanece de edificaciones funerarias diseminadas cerca del núcleo urbano. Uno de los más destacados es el Dolmen de la Creu de Cobertella, declarado monumento histórico artístico.
Siguiendo el itinerario por este emplazamiento de la Costa Brava, también se pueden admirar los dos menhires de la Casa Cremada (siglos IV-III a.C), la cista de la Casa Cremada, el dolmen del Llit de la Generala, el dolmen del Cap de l´Home y, no menos importante, la cueva-dolmen del Rec de la Cuana, que data del 2500 antes de Cristo.

De época medieval sobresale el Castillo de la Trinidad (siglo XVI), levantado como punto de vigía y defensa en la punta de la Poncella, por encima del faro de Roses. El emperador Carlos V colocó la primera piedra. Tenía capacidad para acoger 350 hombres, víveres y munición para poder resistir un largo asedio.
En el casco urbano de Roses también merece la pena visitar la iglesia parroquial de Santa María y la Casa Mallol, de estética modernista. La oferta de ocio aquí es abundante con la presencia de numerosos restaurantes, bares de copas y terrazas por toda la costa.

No solo de patrimonio histórico vive Roses. La localidad catalana también ofrece a quien la visita multitud de playas y calas de calidad entre acantilados rocosos donde poder además practicar deportes náuticos. Sobre estos litorales se han situado urbanizaciones de lujo como El Salatar, Santa Margarida o Puig-Rom. En esta última se puede visitar un castro visigótico del siglo VII.
Roses también se puede convertir en punto de origen para visitar localidades próximas repletas de pasado y arte, como Ampurias y sus restos griegos y romanos, o Cadaqués y estudiar las improntas que dejó el pintor Salvador Dalí por la zona.

Y cómo no, los amantes de la buena mesa deben saber que aquí se emplaza el que ha sido considerado el mejor restaurante del mundo en los últimos años. Ahora, El Bulli permanece cerrado y su chef estrella, Ferràn Adrià, ha anunciado que se volverá a abrir en 2014.
Tras el mantel, viene el descanso. La localidad gerundense cuenta con una oferta de alojamientos variada y asequible para cualquier tipo de bolsillo. Pernoctar en apartamentos en Roses es una opción económica.
Un viaje por la mitología griega es el que nos propone el programa radiofónico El Abrazo del Oso en este audio de recomendable escucha. A través de las historias de Teseo, Perseo y Jasón viajamos a la época helenística que vio florecer ciudades como Roses en la Península Ibérica:
El encanto de esta villa gerundense se complementa con una extensa playa y un puerto pesquero y deportivo que la han convertido en uno de los lugares de mayor atracción turística de la zona.
Otro singular paseo por esta localidad plagada de historia y un excelso patrimonio no podría completarse sin un breve anticipo. De muestra os dejo un vídeo que resume gran parte de los atractivos de Roses:

Dónde dormir: Hotel Puig Rom; Pl. Llevant, 1; 17480, Roses (Girona) Teléfono: 972256716; payret01@msn.com.
Dónde comer: Mesón El Cura; Bocana (urb.santa Margarida) 23; 17480 Roses (Girona); Teléfono: 972459455.