Rodeada de tierras de labor, en la Navarra Media y en Valdirzabe, la iglesia de Santa María de Eunate detiene el paso de los peregrinos del Camino de Santiago por la belleza de su factura, por la originalidad del propio edificio, por todos los misterios que la rodean, por su posible función de guía de caminantes o por mil y un motivos más, cada uno, una respuesta a la petición del viajero.
La iglesia es románica, construida en la segunda mitad del siglo XII, pero el conjunto se aleja un poco de los que es habitual en el románico. Tiene, pero no tiene nave, ábside y claustro. Es decir, su planta es octogonal, y es la nave un espacio abovedado interior que quita protagonismo al ábside semicircular; una escalera de caracol, recogida dentro de un cuerpo prismático que está adosado al muro sur, debió servir de acceso al tejado y a una supuesta linterna, si la hubo, que pudo ser guía para los peregrinos del Camino.
El templo se encuentra rodeado, y abrazado, por una arquería también octogonal, lo que aún asombra más, dado lo inusual de dicha arquería y lo poco claro que queda el fin para el que fue construida.
Por si fuera poco, se han encontrado diversos enterramientos bajo la arquería o cerca de ella, lo que añade más preguntas sin respuestas, con mayor motivo si se tiene en cuenta la similitud de la planta con el Santo Sepulcro de Jerusalén. Todo ello, combinado, ha dado pie a la tradicional vinculación de la iglesia de Eunate y los templarios y a un supuesto carácter funerario.

Un documento del priorato de Navarra de los caballeros de la Orden de San Juan, de 1251, habla de un acuerdo para que unos cofrades de Obanos (a unos dos kilómetros de Eunate) se reunieran en el hospital que la citada orden tenía en el Camino, incorporándolos a los privilegios de la orden y dándoles el derecho a ser enterrados. Por esta razón, Santa María podría ser un templo posiblemente funerario, relacionado con un complejo hospitalario de asistencia al peregrino.
Pasemos ahora a conocer una cercana iglesia, la de San Miguel Arcángel de Olcoz. Se trata de un templo románico, de origen de finales del siglo XII, aunque la reforma que vivió entre los siglos XVII y XVIII hicieron que cambiara totalmente su fisonomía, lo que no ocurrió con la torre que hay al lado, del siglo XV, cuyas características medievales son evidentes.
El hecho de que la portada del muro norte de su iglesia sea idéntica a la de Santa María de Eunate, invertida, eso sí, ha dado pie a estudios, suposiciones, líneas y líneas, y más investigaciones. El detalle de las figuras románicas tiene un gran estado de conservación.
Ambas portadas están compuestas por arquivoltas baquetonadas que descansan en jambas lisas y columnas cilíndricas rematadas en capiteles. Un bello guardapolvo enmarca las arquivoltas y en él están representados seres fantásticos.
La pequeña y aislada iglesia de Eunate es uno de los hitos principales del Camino de Santiago, una de las etapas del Camino aragonés, el que pasa por Jaca y que quizás es el que contiene las claves iniciáticas.

La arquería exterior de Eunate tiene 33 arcos. La cifra puede ser casual o, dentro de la concepción iniciática vinculada a los cultos de Osiris, puede hacer referencia a las 33 vértebras de la columna vertebral. ¿Servía esta arquería como deambulatorio para, de modo procesional y, posiblemente entonando letanías, ‘despertar’ el edificio?
Se aconseja que el viajero dedique tiempo a conocer esta extraordinaria iglesia, a deambular por su arquería, a recrearse en capiteles o canecillos de una construcción que transmite magia y misterio.
Las iglesias románicas de Eunate y Olcoz son la expresión clara de una época y del movimiento de peregrinos a Compostela, construidas bajo el reinado de Sancho VI el Sabio de Navarra.

Cómo llegar: Carretera de Campanas, s/n; 31152 Muruzábal (Navarra)
Dónde dormir: Casa Metauten Etxea; Plaza San Esteban, 3; 31152 Muruzábal (Navarra); teléfono: 948344470.
Dónde comer: Los Nogales; Calle San Roque, 13; 31152 Muruzábal (Navarra); teléfono: 948344071.