Sin duda, una de las mejores maneras de disfrutar de las vacaciones es con la práctica del senderismo, ya que se trata de una forma de relajarse y gozar de increíbles paisajes de mar y montaña. Caminar por pueblos con siglos de antigüedad y exquisita gastronomía es un buen pasatiempo con el que aprovechar el tiempo libre.
Si el viajero ya está pensando en su próxima aventura, puede dejar toda la planificación en manos expertas como la de Orbis Ways, donde se encargan de todo para que el viajero se dedique a disfrutar. Puede escoger una ruta que se adapte a sus necesidades y prepararse para vivir una experiencia única y enriquecedora. Los rincones más bonitos de Europa esperan.
5 lugares de Europa para hacer senderismo
Cuando se piensa en senderismo en Europa, seguro que lo primero que se viene a la cabeza es Galicia, con rutas como por ejemplo la del Camino de Santiago desde Tui, con peregrinos que llegan de todos los países del mundo. Sin embargo, existen otras caminatas que enamoran.
Amalfi
Esta preciosa ciudad del Mediterráneo está situada en la costa de Italia y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No es de extrañar este nombramiento, ya que tiene unos impresionantes acantilados y un agua de un bello azul turquesa.
Visitando Amalfi el viajero conocerá mejor la cultura y gastronomía italiana, con la ventaja de estar recorriendo pueblos ocultos entre las montañas muy cerca de la costa.
Otros de los lugares imprescindibles de la costa amalfitana es Agerola y por supuesto, Praiano, donde se puede realizar una ruta conocida como ‘el sendero de los dioses’.
Corfú y Paxos
Para disfrutar de lo mejor del mar Jónico hay que viajar hasta dos maravillosas islas griegas: Corfú y Paxos, cuyas aguas de un profundo azul dan al viajero la bienvenida. Es un auténtico placer hacer senderismo en sus playas deshabitadas y campos llenos de olivos.
Una experiencia única en la que recorrer lugares con siglos de historia en los que observar los restos de culturas bizantinas y griegas. Uno de los destinos más conocidos es el monte Pantokrator, la montaña más alta de la isla de Corfu, desde la que se obtienen unas vistas privilegiadas..
Transilvania
Si se viaja hasta Rumanía el viajero no puede olvidar visitar Transilvania, una región con ciudades medievales, deslumbrantes montañas, castillos sorprendentes y paisajes de una belleza sin igual.
Transilvania se encuentra a tan solo dos horas en coche de la capital del país: Bucarest, y es, sin duda, la zona más bonita de Rumanía, por lo que merece la pena descubrirla recorriendo algunas de sus rutas.
Seguro que siempre que se oye hablar de Transilvania se relaciona con la leyenda del conde Drácula, pero este fascinante destino tiene mucho más que ofrecer, como naturaleza, gastronomía y un patrimonio cultural único en Europa.
Cataluña
Un destino que el viajero no puedes dejar pasar en España es Cataluña, una tierra con una rica historia y cultura que puede descubrir a través de pueblos medievales como Peratallada o Begur.
Pero no solo se puede aprender sobre sus tradiciones, también hay momentos para disfrutar del mar en la playa de Pals, con aguas cristalinas.
En las rutas en Cataluña también se recorren paisajes vírgenes en plena naturaleza, con una gran riqueza en flora y fauna autóctona. Bosques frondosos de pinos habitados por orioles dorados, mariposas manto de cobre o águilas calzadas, todo un espectáculo.

Península de Istria
En Croacia, en el corazón del Mar Adriático, se encuentra la península de Istria, un lugar al norte del país, donde si bien hay turismo, se respira mucha más paz que en el sur. Esta región limita con Eslovenia e Italia por lo que es conocida como la ‘Toscana Adriática’.
En la costa de Istria el viajero puede deleitarse con playas salvajes de aguas cristalinas, pueblos pesqueros con mucho encanto, campos de olivos, viñedos y villas fortificadas que guardan un gran pasado histórico.
Algunas de las localidades que son de visita obligada son Groznjan, Buje o Motovun, donde cada verano se celebra un famoso festival de música.
En estos lugares se encuentra mucha influencia transalpina, y no es de extrañar, ya que Istria perteneció a la República Italiana hasta 1947. Este legado se puede observar en su arquitectura como en las iglesias de estilo barroco, palacios y calles estrechas y empedradas.
Para continuar por la península de Istria hay que descubrir Lovran y la gruta de Pazin, en las montañas de Ucka, que sirvió de inspiración para las novelas de Julio Verne.
De su gastronomía cabe destacar el vino Malvasía, las trufas blancas de Livade y el Čripnja, un plato tradicional que se hace con carne o pescado asados con patatas cocidas en una olla de hierro fundido a la brasa.