Lérida, Ilerda para los romanos, cuenta con una fuerte y rica carga histórica que es fácil de apreciar con un paseo por su casco histórico. El principal atractivo histórico de la ciudad es el conjunto monumental de la colina de la Seu Vella, que se alza en un punto realmente privilegiado y céntrico de la ciudad conformándose como símbolo central de la capital. El emblemático recinto está compuesto por varios edificios como la Seu Vella o antigua catedral, el castillo del Rey-La Suda, la fortificación militar o muralla que rodea toda el montículo y demás restos arqueológicos.
La construcción de la Seu Vella comenzó en 1203, pero se prolongaría más de dos siglos hasta la finalización del campanario en el año 1431. Gracias a su ubicación elevada en un entorno totalmente llano, su mirador sirve para vislumbrar, no solo la ciudad, sino una gran parte de la llanura de Lérida.
El edificio más destacado es el que da nombre a la colina y a todo el conjunto monumental, La Seu Vella. Está considerada como una de las mejores producciones artísticas de la arquitectura catalana del siglo XIII. En su interior el viajero puede contemplar restos de pintura mural correspondientes a la época gótica. De su interior destaca también la escultura de las naves de notable influencia provenzal, toscana y tolosana, que demuestra el trabajo de distintos talleres que fueron pasando por esta construcción a lo largo del siglo XIII. La catedral fue consagrada en 1287 por el obispo Guillem de Montcada.

A pesar de los muchos expolios y remodelaciones sufridos, la catedral vieja todavía conserva su planta cruciforme, tres naves, crucero con cimborrio octogonal, cinco ábsides en la cabecera escalonada y amplio transepto. Algunos muros están decorados con frescos góticos y las crucerías de las bóvedas son también góticas.
El campanario de la Seu Vella es el más alto de Cataluña y cuenta con, ni más ni menos, siete campanas. Por un lado están los dos campanarios que tocan las horas, que son de estilo gótico y fueron construidos en el siglo XV. Por otro lado, las otras cinco campanas tienen una finalidad más litúrgica y son eléctricas.
Aunque lo más original de la catedral es el claustro, que es enorme (74 metros de lado) y además está insólitamente situado delante de la fachada principal. Son de mucho efecto sus dos ventanales: el mudéjar y el gótico flamígero (decorado con una estrella de David) En esta catedral se veneraba una de las reliquias más apreciadas de la cristiandad, los Santos Pañales del Niño Jesús, que resultaron destruidos al principio de la Guerra Civil.
Pero no todo es la catedral en este conjunto monumental, hay mucho más. El Castillo del Rey-La Suda fue el último refugio del califa de Córdoba, además de convertirse en sede del juramento de fidelidad de los nobles catalanes y aragoneses al rey Jaume I, o lo que es lo mismo, el nacimiento de la Corona de Aragón. En el monasterio de Poblet están enterrados algunos de los reyes de lo que fue aquel antiguo y poderoso reino.
Esta fortaleza con tanta historia se ubica en la parte más elevada de la colina, en lo que se conoce como la Roca Soberana. El castillo, de origen musulmán, ya existía en el año 882, y fue recuperada en 2011 gracias al Centro de Interpretación de la Suda. Visita muy recomendable si el viajero anda por Lérida y quiere acceder a la sala real de la fortaleza y conocer toda su historia. Además, el castillo cuenta con una terraza mirador espectacular para vislumbrar la ciudad de Lérida de un solo vistazo.

Al pie de la colina el viajero se encuentra el casco histórico de la ciudad catalana, un barrio con especial encanto escogido por muchos estudiantes y demás foráneos que quieren alquilar un piso en Lérida. Para acceder a la colina de la Seu Vella el viajero deberá hacerlo desde este barrio por la calle Sant Martí. El acceso al conjunto monumental se realiza a través de La Canonja, el conjunto de edificios donde residían los canónigos de la catedral, construida entre el siglo XII y el XVI.
Otros puntos de interés histórico en el casco antiguo de Lérida pasan por ser el Museo del Agua, el Castillo de Gardeny, el Palacio Episcopal, la Catedral Nueva o el Museo de Arte Jaume Morera. Y si el viajero tiene intención de prolongar su estancia en Lérida, un recorrido por la provincia le puede permitir aproximarse a ver un estupendo conjunto arqueológico como Els Vilars de Arbeca, la cascada que inspiró a Gaudí, Argenteria, o la Vall d’Arán donde se refugiaron y combatieron los maquis.

Dónde dormir: Hotel Zenit Lérida; Carrer General Brito, 21; 25007 Lérida; teléfono: 973229191.
Dónde comer: Divinis; Carrer de Sant Martí, 72; 25004 Lérida; teléfono: 973221213.