Todo aficionado viajero a las catedrales amuralladas y puentes de hierro debe peregrinar a Tui al menos una vez en la vida. Aquí podrá recorrer la interesante ciudad pontevedresa de configuración medieval, declarada conjunto histórico artístico, que atalaya la tierra portuguesa como un padrastro no siempre amistoso.
Ciudad histórica, posiblemente de origen griego, Tui era el paso obligado del Miño para la calzada romana que unía Braccara Augusta (la actual Braga portuguesa) y Austurica Augusta (Astorga, León)

Durante la Edad Media, la urbe gallega vivió siglos de esplendor, sobre todo después de que Doña Urraca le concediera privilegios. El rey godo Witiza tuvo en Tuy su corte y palacio. Es, además, una de las siete capitales del antiguo Reino de Galicia hasta la división provincial de 1834.
Su condición de ciudad fronteriza, con el Puente Internacional que tantas colas de vehículos ha visto, ha marcado su vida comercial en los últimos decenios. Hoy, la autovía cruza el Miño y ya es posible ir por autopista de A Coruña a Lisboa.
Tiene Tui una magnífica catedral románica-gótica (siglos XII-XIII) en medio de un barrio medieval y una ría de hermosa belleza que se divisa mejor desde los miradores del monte Aloia. En su fachada se puede ver, entre otros personajes bíblicos, a Salomón y la reina de Saba. En la gran sala capitular el viajero puede encontrar bellos capiteles románicos.

La catedral se construyó sobre un desaparecido castro y su portada, el Pórtico Real, es ojival. El bajorrelieve del tímpano está dedicado a la Adoración de los Reyes Magos,
A la izquierda de la catedral está el Concello y, en la misma plaza, un restaurante recomendable: O Cabalo Furado. La iglesia de San Telmo, en dirección hacia el río, tiene el inconfundible estilo del manuelino portugués. Muy cerca está el convento de las Clarisas, conocido como el de las Encerradas.
La iglesia de Santo Domingo es un bello templo ojival, junto al río, que conjuga los estilos prerrománico, románico, gótico y barroco. Por su parte, la antigua colegiata de San Bartolomé, ya a la salida de Tui, cuenta con un bello cruceiro en el atrio, del siglo XVIII.

En la región de Tui (ciudad y parroquias del entorno) existen iglesias con interesantes capiteles que abarcaban un bestiario medieval con grifos, harpías, sagitarios o bucráneos. Interesante resulta la visita al Museo Catedralicio en el interior de la catedral así como subir a la Torre de Soutomaior para divisar la bella panorámica del Miño y los alrededores.
El viajero llega, por fin a la antigua colegiata de San Bartolomé, ya a la salida de la ciudad. Hay quien opina que fue catedral mozárabe; conviene resaltar la belleza del cruceiro del atrio, obra del siglo XVIII.

El monte Aloia, cerca de Tui, fue el primer lugar de Galicia en ser declarado parque natural, y se trata de un mirador desde donde se contempla la Ría de Vigo y el valle del río Louro. En la cima está la capilla de San Xulián, del que dice la tradición que sufrió martirio en el mismo lugar, a la que acude cada año una importante romería.
El valle del río Louro desemboca en el Miño, verdadero protagonista de la vida de Tui, que hace frontera natural con Portugal. De hecho todos los caminos que partían del país vecino y que no se incorporaban a la Ruta de la Plata terminaban recalando en Tui.

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