A poco más del medio centenar de kilómetros de la capital navarra hacia el sur, en lo alto de una colina sobresale el caserío de Ujué, una población de trazado y aspecto medieval que parece haberse anclado en el tiempo. Calles empedradas y fachadas blasonadas de roca conforman una telaraña arquitectónica en forma de joya, dominada por su castillo, fusionado con una iglesia-fortaleza dedicada a la Virgen de Ujué o de la Paloma.
Ujué es un importante centro mariano desde el Medievo más remoto, cuando, según la leyenda, un pastor encontró la imagen de la Virgen en un agujero de la peña junto al que insistentemente aleteaba una paloma. Ujué es ocre, impresionante, un pueblo nacido de la tierra y construido con manos de sacrificio.
Ujué, villa real
La que fuera villa realenga impresiona de lejos y de cerca. Ujué se levantó como ciudadela en la Edad Media. Entonces, se construyeron su santuario-fortaleza, sus casas y su muralla gótica. Su tesoro está en el corazón: la iglesia de Santa María, un templo fortaleza que mandó acorazar el rey. El monarca era Carlos II el Malo, quien, a mediados del siglo XIV, protegió el santuario con torres, pasos de ronda, contrafuertes y repechos.
Los orígenes del castillo de Ujué habría que buscarlos en el siglo XI, cuando Sancho Ramírez de Navarra concedió a la villa su fuero municipal e impulsó, en 1090, la construcción de la iglesia románica. La misma que mandaría reconstruir Carlos II de Evreux en estilo gótico, al tiempo que mejoraban las instalaciones del castillo adjunto.

A finales de la Edad Media la localidad estuvo a punto de despoblarse totalmente. Pero los reyes no querían que el pueblo desapareciera y, mientras los agricultores, dueños de un terreno pobre, pedían a sus señores que disminuyeran los impuestos, la población se fue manteniendo austera y apretándose unos a otros, como sus casas.
Tras la conquista de Navarra por Fernando el Católico, la fortaleza dejó de cumplir funciones militares y se demolió en parte. Sin embargo, pese a su aspecto de fortaleza militar, se respetó la iglesia, que conservó sus torreones almenados y otros elementos de defensa.
El núcleo central del castillo, organizado en tono a un patio, se mantuvo en pie hasta el siglo XVII, aunque, en 1623, se ordenó demolerlo con el fin de dar mayor realce a la iglesia, y se permitió a los habitantes de la villa reutilizar los sillares del mismo.
La iglesia del pueblo
La iglesia está inspirada en edificios franceses. En la policromía original está el escudo de la casa de Evreux. Los capiteles están decorados con motivos vegetales, animales y escenas bíblicas. Hay un coro gótico con sillería rococó y pinturas murales góticas.
En Ujué lo natural y lo artificial van de la mano, donde la tierra se funde con lo construido. El pueblo está en continuidad con el campo. Al viajero se le recomienda que suba al castillo y disfrute de las extraordinarias puestas de sol que el conjunto ofrece.

Ujué es Monumento Nacional
Todo el conjunto de Ujué es Monumento Nacional. Desde el mirador se ven Tafalla, Olite, la Ribera y el Moncayo por un lado; y por el otro, los picos del Ani, la Mesa de los Tres Reyes y los Pirineos aragoneses. Por la localidad se diseminan varios mesones donde se pueden degustar las migas de pastor y el vino clarete y no faltan establecimientos donde adquirir las almendras garrapiñadas.
Ya fuera de Ujué, al viajero también le parecerá interesante visitar el vecino conjunto monumental de San Martín de Unx, cuna de buenos vinos, cuya iglesia románica de nave única fue consagrada en 1156. Por su parte, en Arteta destaca el museo etnográfico del Reino de Pamplona, que contiene piezas etnográficas correspondientes al territorio histórico de Navarra desde la época medieval hasta la aparición del maquinismo automatizado.
Dónde dormir en Ujué: Agrovillaujue; Calle San Isidro, 32,; 31496 Ujué (Navarra); teléfono: 699027405.
Dónde comer en Ujué: Las Migas; Calle Villeta, 19; 31496 Ujué (Navarra); teléfono: 948739044.
Esta muy bien el articulo y la web para visitar sitios nuevos. muchas gracias
Gracias por tus palabras viajero!