El madrileño barrio de Salamanca no es solo una galería de tiendas de lujo donde poder fundir la tarjeta de crédito. También cuenta con una reminiscencia literaria que el viajero se dispone a conocer de inmediato.
Antonio Machado vivió con su familia en el entonces número 16 de la calle Claudio Coello (cerca del portal 25). Todo un Premio Nobel como Camilo José Cela escribió La familia de Pascual Duarte unos números más allá, en Claudio Colello, 91, esquina a Ortega y Gasset, donde una placa recuerda que allí escribió su poemario Pisando la dudosa luz del día. También en Claudio Coello residió y murió Gustavo Adolfo Bécquer, en el número 25.
No pocos escritores compartieron calle: Miguel Mihura tuvo su casa en la calle del General Pardiñas, 97. Muy cerca se halla el número 107, donde Carmen Laforet ideó su Nada. En Goya, esquina con Narváez en la planta séptima, vivió Federico García Lorca.
Si el viajero camina unas calles, en la avenida de América, 31, dará con el portal de Juan Carlos Onetti. Y en el número 2 de la misma avenida vivió Claudio Rodríguez, uno de los poetas españoles más brillantes de la segunda mitad del siglo XX.
La tónica de escritores vecinos nos lleva, en Velázquez, 27, a la placa que nos recuerda que el gran Ivo Andric, Premio Nobel y autor de Un puente sobre el Drina, habitó allí durante su periodo como vicecónsul de la legación de Yugoslavia, entre 1928 y 1929.

En la misma Velázquez, en el número 4, al lado del restaurante japonés Kabuki, estuvo el torreón donde Ramón Gómez de la Serna compañía el gracejo de sus greguerías. El torreón ya no existe, pero se puede visitar su despacho rehecho en el Museo de Arte Contemporáneo (Conde Duque, 9)
El pintor tenebrista José Gutiérrez-Solana tenía su estudio en la calle del Conde de Aranda, 9. La placa que señala en la calle Recoletos, número 17, la casa donde vivió Ramón de Campoamor es de principios del siglo XX. Campoamor era asturiano, al igual que otro distinguido escritor, Armando Palacio Valdés, que tenía su casa en Hermosilla, 34.
Por su parte, otro Premio Nobel como Juan Ramón Jiménez también disfruta de una placa en la calle de Padilla, número 38, junto a la Fundación March. Si el viajero echa de menos algún filósofo con lustre, no puede olvidar que en la calle Núñez de Balboa, 90, vivió entre 1942 y 1983 Xavier Zubiri.
Para concluir este bohemio y lustroso paseo, nada mejor que escuchar el sonido de unas nanas, las de la cebolla, que Miguel Hernández, el poeta oriolano, escribió preso en una cárcel que ahora es residencia de ancianos en la calle del Conde de Peñalver, 53.
El distrito de Salamanca es uno de los 21 barrios que forman la capital de España. Debe su nombre a su constructor, el Marqués de Salamanca, que lo promovió y erigió en parte en el siglo XIX.

En la actualidad se ha convertido en una de las más importantes zonas comerciales de Madrid y en uno de los distritos con mayor nivel de vida de Europa en torno a las calles Serrano, Claudio Coello y Ortega y Gasset. Con casi 150.000 habitantes censados, es el distrito con el metro cuadrado más caro de todo el país.
El pasado de este emblemático barrio guarda similitudes con otro distrito de la capital madrileña que también tiene poso artístico, social y literario. En el Barrio de las Letras convivieron autores de la talla de Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Francisco de Quevedo o Luis de Góngora en el Siglo de Oro de las letras españolas (XVI-XVII)

Dónde dormir: Hotel Zenit Abeba; Calle de Alcántara, 63; 28006 Madrid; teléfono: 914011650.
Dónde comer: El Tulipán; Calle del General Díaz Porlier, 59; 28006 Madrid; teléfono: 914025027.
En definitiva, es un problema que me apasiona. He buscado
realidades de este calibre para las horas anteriores.
Su sitio es demasiado considerado.