La capital de Finlandia, Helsinki, es increíblemente hermosa y moderna, no exenta de historia, por supuesto. Combina ese estilo de vida relajado del país escandinavo, la arquitectura europea y la manera recia, pero amable, de la gente del norte.
Situada en la costa sur del país, el origen de Helsinki se remonta al siglo XVI, fundada por el rey Gustavo I de Suecia como una ‘rival’ de la hanseática ciudad de Reval (Tallin, Estonia) para competir por el comercio del mar Báltico.
No fue hasta que Rusia venció a Suecia en la Guerra finlandesa cuando se anexionó Finlandia como Gran Ducado, y Helsinki comenzó a despuntar. Le ayudó el hecho de que el zar Alejandro I trasladara aquí la capital desde la ciudad de Turku para ayudar a reducir la influencia sueca (1812) En 1917, Finlandia se independizó y Helsinki fue nombrada capital de la joven república.
Helsinki comenzó su desarrollo y su centro histórico fue reconstruido en un estilo neoclásico a imagen y semejanza de San Petersburgo. La capital y el resto del país padeció una guerra civil a comienzos del siglo XX en la que perecieron casi 40.000 personas. En 1952, recuperada del paso de la Segunda Guerra Mundial, Helsinki se preparó para organizar los Juegos Olímpicos.
La capital finlandesa es una ciudad que se puede visitar a pie con calma y detenimiento. Visitas obligadas en Helsinki son la Plaza del Senado, el parque de atracciones Linnanmäki, la catedral de Uspenski, el Korkeasaari Zoo, el sitio de Suomenlinna, la iglesia de la Trinidad y la región Suvilahti.
Otro lugar de interés que el viajero no debe perderse es el mercado de Kauppatori, una lonja al aire libre, localizada en el puerto muy cerca de la catedral Upenski. Llena de pequeños puestos de comida, los fineses compran aquí arenques, mermeladas de frutas y pepinillos en vinagre.
Así como la catedral luterana Tuomiokirkko, de columnas gigantes, puertas inmensas y cúpulas de color verde. Llama la atención su espléndido color blanco.

Una inmensa catedral de ladrillo rojo y cúpulas doradas y verdes coronadas por cruces ortodoxas nos trasladará de inmediato a Rusia. Se trata de la catedral ortodoxa de Uspenski. Prosigue el itinerario del viajero por la plaza del Senado y su fuente, que impresiona por sus dimensiones. Por su parte, Kiasma es una cita obligada para los amantes del arte contemporáneo.
Una de las avenidas más populares de Helsinki es Esplendi, por la que se diseminan edificios emblemáticos y elegantes a ambos lados. Los fines de semana se llena de gente que la recorre para comprar en las mejores tiendas de la ciudad o sentarse en uno de sus cafés. Y la visita a la capital finlandesa no pude concluir sin contemplar la estación Rautatientori o la iglesia Temppliaukio.
Si el viajero decide visitar Helsinki por su cuenta, debe planear su ruta desde el aeropuerto internacional de Vantaa al centro de la capital. Apenas hay 19 kilómetros de distancia, y se puede cubrir el recorrido en tres tipos de transporte de diferente nivel de comodidad.
El viajero puede desplazarse desde el aeropuerto de Vantaa a Helsinki en autobús, tren o taxi. Los autobuses que llegan al centro de la ciudad tardan unos cada 40 minutos, y su precio es de tres euros el billete. En tren sube hasta los cinco euros, pero el trayecto merece la pena.
Si no desea esperar, lo mejor es tomar un taxi. El precio dependerá de varios factores (como el número de pasajeros, la hora del día y la distancia que se recorra). La media del viaje para el bolsillo sale por entre 30-50 euros. Aunque hay una tarifa plana de 37 euros en clase económica sin importar la región finlandesa a la que se dirija el viajero.

Para escoger el transporte adecuado con el fin de llegar al centro de Helsinki, lo más indicado es que el viajero opte por elegir el transporte público. No obstante, debe tener en cuenta que los trenes no salen de noche (de 12 horas hasta las 4 de la madrugada).
Sin embargo, los autobuses funcionan las 24 horas del día, pero solo le llevarán a la plaza de la estación de tren de Helsinki. Tendrá que llegar al hotel por su cuenta. Si viaja con niños pequeños o personas mayores, es mejor reservar un taxi. A pesar de que no es tan barato para llegar al centro de Helsinki, apenas tarda en llegar (18 minutos) y ayuda a mantener la calma.
Tren Vantaa – Helsinki:
• 27 minutos en el camino
• 10 minutos de espera en la estación
• Precio: 5 euros
• Nivel de confort: alto
Bus Vantaa – Helsinki
• Finnair lanzaderas y autobuses urbanos ruta Nº 615
• 40 minutos de viaje
• 45 minutos de espera en la parada
• Precio: 3 euros
• Nivel de confort: medio
Taxi Vantaa – Helsinki
• Transferencia a taxi en el punto
• 18 minutos de trayecto
• No es necesario esperar en la parada
• Precio: 30-50 euros (más tasas y recargos); Precio de transferencia es fijo: 37 eurosç
• Nivel de confort: alto