El casco antiguo de Valencia es una de las zonas de la ciudad en las que la historia ha dejado más huella. Queda testimonio del paso de romanos, visigodos, árabes…
Siglos y siglos de antigüedad han quedado reflejados en el epicentro de la tercera ciudad más importante de España, antes delimitada por las murallas romanas y que un día también vivió el esplendor gótico o modernista.
Cualquier viajero amante del pasado puede pasear por los rincones del casco antiguo y observar cómo la arquitectura le obliga a echar la vista hacia atrás. Pensar en lo que un día fue, nos ayuda a entender lo que es hoy la ciudad.
Glorietas como la Plaza de la Reina o la Plaza de la Virgen; edificios, como el Palacio de Benicarló, el Palau de la Generalitat o el Palacio del Marqués de dos Aguas; basílicas como la de la Virgen de los Desamparados; y otros monumentos históricos, como las Torres de Serranos y de Quart, lo recuerdan día a día.
No sólo eso: todos estos elementos arquitectónicos han elevado a Valencia a un nivel de belleza incalculable. Belleza que atrae y la convierte en una de las diez ciudades más turísticas del país. Esta actividad favorece sus ingresos, pese a que sea de forma estacional.
La Comunidad Valenciana es la sexta con más ingresos por el gasto de los turistas, detrás de Cataluña, Islas Canarias, Islas Baleares, Andalucía y Madrid, según los datos recabados por el Instituto de Turismo de España en 2014.
Con el propósito de explotar esta oportunidad, que puede ser clave para su economía, se han promocionado multitud de ofertas de alojamientos y ofertas de vuelos para viajar barato hasta ella, según las necesidades de cada persona.
A pesar de la gran labor de excavación y restauración realizada hasta el momento actual, aún se descubren restos arqueológicos dentro de la ciudad.
Los últimos han sido los obtenidos tras casi dos años de obras y amplia labor de restauración, orientadas a la ampliación del Museo de la Catedral de Valencia, que desde el día 7 de junio ya están disponibles para todo el público.

Con las obras y nuevas excavaciones, los restauradores han descubierto, a tres metros de profundidad de las capillas de San Francisco y San José, restos del entramado urbano que ayudarán a completar el mapa de la ciudad entre los siglos I y II.
En concreto, el grupo de trabajadores a cargo de Salvador Vila, arquitecto y conservador de la Seo, ha hallado tres casas romanas que ocupan cincuenta metros, rejas romanas con hierros entrecruzados y un cementerio.
Las ruinas se compararán con las recreaciones que han sido elaboradas hasta el momento, para dotarlas de una mayor precisión y, gracias a la instauración de una plataforma metálica que sigue el trazado excavado, el público que decida visitar el museo también puede hacerse una idea de lo que era la ciudad.
Uno de los hallazgos ha sido particularmente curioso. Han aparecido “restos óseos humanos que, a falta de datar con una comprobación arqueológica, podrían corresponder al siglo XIII, posiblemente de una parroquia ya desaparecida, la de San Pedro, muy cerca de la catedral”, según un comunicado del Arzobispado de Valencia.
En la última parte del camino subterráneo se observan más construcciones que desembocan en un muro de la capilla del Santo Cáliz, la antigua aula capitular, de planta cuadrada, paredes lisas y piedra labrada.
Asimismo, se han encontrado otras reliquias, como los restos góticos, asociados al atrio o al claustro antiguo, o la traza del primer campanario de la Seo, de principios del siglo XIV, y una columna helicoidal, similar a las de la Lonja de la Seda.

En paralelo a estas nuevas adquisiciones, el museo ha triplicado su espacio expositivo: de una única planta ha pasado a tres más. Esta nueva estructura permitirá acoger 300 piezas entre las que se incluyen las obras inéditas y las del anterior museo.
Albert Rivera, arquitecto del Ayuntamiento de Valencia, cree que si se mantiene la excavación se podrían encontrar también restos de la ciudad republicana, la iglesia episcopal visigoda, o una mezquita musulmana interior. Habrá que esperar a nuevas intervenciones.
Este excepcional hallazgo arqueológico se ha musealizado, y al igual que la ciudad romana de Valentia (sita cerca de la Catedral, en la plaza de la Almoina), es visitable por el público. Una buena noticia para los viajeros amantes de la historia.

Dónde dormir: Valenciaflats Catedral; Carrer de la Tapineria, 15; 46001 Valencia; teléfono: 963356793.
Dónde comer: Alma del Temple; Carrer de l’Almirall, 14; 46003 (Valencia); teléfono: 963155287.