Ha sido el ferrocarril más efímero de la historia de España. De ahí que se le conozca a la Vía Negrín como el tren de los cien días, en referencia a la rapidez con que discurrieron las obras. Su trazado está hoy día casi desaparecido, aunque una parte de su itinerario permanece para recuerdo y disfrute del viajero amante del pasado.
La vía Negrín y sus 100 días de historia
Nos debemos remontar a la época de la Guerra Civil española. En el año 1937 las tropas nacionales asediaban Madrid y la comunicación terrestre de la capital de España con Valencia, a donde se había trasladado el Gobierno de la República devenía en una misión casi imposible.
Con la idea de poder llegar a la zona de Levante y el Mediterráneo como vía de escape, el Gobierno liderado por el canario Juan Negrín pensó en construir una línea de ferrocarril aprovechando el tramo inicial de vía estrecha que partía de la estación de Torrejón de Ardoz hasta Mejorada del Campo. Una obra de ingeniería militar de urgencia con el fin de sortear el cerco franquista a Madrid.
La puesta en marcha de la vía Negrín fue idea de Bernardo Giner de los Ríos, ministro de Comunicaciones del Gobierno republicano, y desarrollada por los ingenieros Andrés Arrillaga y Emilio Kowalski.
Hecha por prisioneros rebeldes
En torno a 10.000 obreros llegaron a participar en las obras, de los que una buena parte de ellos eran prisioneros del bando nacional, mientras que el resto eran voluntarios o efectivos del Batallón de fortificaciones del Ejército republicano.
A partir de Mejorada del Campo se abrió una trinchera que pasaría por Loeches, continuaría a través de un estrecho valle hasta Campo Real, donde proseguía camino de Pozuelo del Rey y Nuevo Baztán.
Desde aquí descendía hacia el valle del Tajuña atravesando una serie de túneles para parar en Orusco. El trazado se prolongaba por Carabaña, y se unía con la iba que iba a Valencia en las proximidades de Tarancón (Cuenca).

Bordeando el frente de Madrid
Resultó necesario improvisar un nuevo enlace que uniera Tarancón con la línea de Alicante bordeando el frente de Madrid. El trazado aprobado conectaba Santa Cruz de la Zarza, colateral de Tarancón (línea de Cuenca) con Villacañas (procedente de Andalucía). Durante las obras no hubo bombardeos de la aviación enemiga porque se trató de no perjudicar a los presos nacionales que allí trabajaban.
El proyecto pudo finalizarse gracias al empleo de los materiales ferroviarios procedentes de algunas estaciones, como por ejemplo de Las Matas, en Madrid, más otras piezas de desecho que se encontraron en diferentes lugares.
La línea férrea estuvo acabada en 1938, pero mostraba graves deficiencias para su explotación tanto por la precariedad de la plataforma como por la propia vía.
Entre Madrid y Cuenca
El nuevo recorrido alcanzaba las siguientes estaciones: Torrejón de Ardoz, Mejorada del Campo, Loeches, Torre de la Alameda, Campo Real, Pozuelo del Rey, Nuevo Batzán, Villar del Olmo, Orusco, Caravana, Valdaracete, Fuentidueña de Tajo y Estremera (Madrid), Belinchón y Tarancón (Cuenca). En total, 91,3 kilómetros de vía entre las provincias de Madrid y Cuenca.
La vía férrea, con un ancho de 1,64 metros, superaba desniveles de hasta 240 metros, como el existente entre Campo Real y Orusco, dos de los nudos madrileños unidos por sus raíles.
Contó con una decena de túneles, alguno de ellos de hasta 150 metros de longitud, así como con tres puentes, un puñado de apeaderos y tres estaciones. El túnel de Orusco, una vez en desuso, fue destinado a otros fines, como la cría de champiñones.

Ahora es una ruta verde
En 1940, una vez acabada la Guerra Civil, se decidió desmantelar el tramo entre Mejorada del Campo y Tarancón para aprovechar el material en la reconstrucción de otras líneas ferroviarias, muy maltrechas por el conflicto bélico.
La vía Negrín ha sido acondicionada desde 2002 como ruta verde que permite disfrutar a senderistas y ciclistas de los parajes rurales del entorno madrileño.
En la actualidad la vía verde tiene un trazado de unos 14 kilómetros, entre Carabaña y Estremera, al sudeste de la Comunidad de Madrid. En un trazado habilitado con cinta asfáltica, debidamente señalizado y con áreas de descanso a lo largo del recorrido.
El acceso a la vía verde se hace desde Carabaña, pero sin entrar en el pueblo, ya que hay que girar a la derecha por la M-221, dirección Estremera y Valdaracete, para, más tarde, seguir 200 metros hasta cruzar por un puente sobre el Tajuña, girando enseguida a la izquierda, lugar en el que se inicia la Vía Verde del Ferrocarril de los 40 días.
En uno de los tramos que enlaza Orusco on Estremera confluye hoy el llamado camino de Uclés, que une este pueblo con Madrid, utilizado por peregrinos y caballeros de la Orden De Santiago como ruta para dirigirse al Camino Jacobeo.

Dónde dormir: Hostal El Arco; Plaza de España, 3; 28840, Mejorada del Campo (Madrid); teléfono: 916794401.
Dónde comer: El Abuelo; Av. Miguel de Cervantes, 67; 16400 Tarancón (Cuenca); teléfono: 969321889.