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En los alrededores del pueblo más alto de la comarca extremeña de la Vera (876 metros), Guijo de Santa Bárbara, se encuentra la Cueva de Viriato, en la que hay un refugio para excursionistas.

Cuenta la leyenda que aquí se refugiaba el conocido caudillo lusitano al que, por cierto, se le considera el inventor de la guerra de guerrillas, táctica con la que consiguió despistar al todopoderoso ejército romano en más de una ocasión.

Viriato fue uno de los supervivientes de la matanza que el gobernador Galba perpetró entre los lusitanos en 149 a.C. para conquistar los territorios más desarrollados y productivos de las zonas del Guadiana y del Guadalquivir. Viriato es retratado como un hombre hecho a sí mismo, que pasó de ser pastor a dirigir un poderoso ejército imbatible.

Su propio ejército resultó de lo más cosmopolita al constituirse por vettones, turdetanos o bastetanos que vivían a caballo entre lo que hoy es Extremadura, Portugal y el sur de Castilla y León. Aunque parte de los historiadores dudan incluso de que Viriato fuera un pastor y bandolero que ascendió de la nada a las más altas cimas de la milicia. Podría haber sido un noble.

La muerte de Viriato tampoco está libre de sospechas y mitificaciones. La historia nos ha legado que tres de sus lugartenientes, Audax, Ditalcón y Minuro, le asesinaron mientras dormía tras un plan urdido con Roma.

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Según la tradición popular, cuando los tres acudieron a cobrar su recompensa, el procónsul Quinto Servilio Cepión los asesinó tras pronunciar la famosa frase “Roma no paga traidores”.

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Monumento dedicado a Viriato en Gujo de Santa Bárbara.

Los primeros datos escritos nos hacen pensar que la aldea de Guijo de Santa Bárbara fue fundada hacia el año 1400, y que perteneció a Jarandilla hasta su independencia en 1816. A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional en la región de Extremadura.

Escritores y viajeros que han deambulado por estas tierras dicen que Guijo de Santa Bárbara es un lugar donde las aguas de las fuentes son frías y buenas. Muy recreable, ameno y regalado, Guijo goza de aire puro y una entretenida floresta donde ni el verano es molesto ni el invierno es penoso.

La población cacereña (como su municipio y como el resto de la Vera) goza de un clima que hace de ella un auténtico vergel. Estando protegida por el Sistema Central de los vientos fríos del este y del norte, y acariciada por los vientos húmedos del Atlántico, su clima es especialmente benigno, de pluviosidad abundante, lo que le sitúa dentro de la denominada ‘España húmeda’.

Desde la entrada del pueblo, donde es conveniente dejar el coche, se contemplan buenas vistas de la sierra de Gredos y del valle del Tiétar. Un paseo permite descubrir plazas y calles típicas donde sobresalen la iglesia de Santa Bárbara (siglo XVIII), una antigua ermita remodelada, y la casa consistorial (siglo XIX).

Son célebres los licores de frambuesa de Guijo de Santa Bárbara, uno de sus principales cultivos, grosella, nueces y el del Gloria, así como la miel, los quesos de cabra y los dulces caseros.

Los lugareños de Gujo no olvidan a su vecino más conocido. El último fin de semana de mayo el pueblo celebra las fiestas en honor a Viriato, donde tienen lugar, entre otros actos, la puesta en marcha de un mercadillo de estilo vettón, actividades de animación callejera y conciertos con folklore y música celta.

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Panorámica de Guijo de Santa Bárbara./Renton Wallace

Otros enclaves e interés de la zona de Guijo y la Vera son La Vega, a 2 kilómetros por la carretera que desciende a Aldeanueva, lugar en el que la garganta Jaranda queda encajonada y en el Camino de Castilla está El Pimesaillo, antiguo poblado de chozas de cabreros de uso gratuito para excursionistas y montañeros.

El viajero que se deje caer por estas tierras cacereñas, podrá descubrir otros sitios de indudable interés histórico por toda la provincia. Sin ir más lejos, la morada en la que el emperador Carlos V pasó sus últimos años de vida, Yuste, con su monasterio y cementerio alemán. O bien decantarse por el pueblo abandonado de Granadilla o la comarca de Las Hurdes.

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Dónde dormir: Hotel Rural de la Vera; C/ Monje, 27; 10459 Guijo de Santa Bárbara (Cáceres); teléfono: 927561119.

Dónde comer: Restaurante el Trabuquete; Calle Camino de la Sierra, 7, 10459 Guijo de Santa Bárbara (Cáceres); teléfono: 626444843.


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